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Tercera Trama
Cuarta Trama
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La palabra scámpolo refiere a una pieza sobrante de tela que por su pequeña longitud se vende a bajo precio o por debajo del coste y, de manera similar, se dice del sobrante de comida que quedó limpio en la fuente después de haber servido sendos platos a los comensales.
En este film de Romy Scheneider, Scámpolo es una joven huérfana que no tiene familia alguna y se gana la vida guiando a turistas por la hermosa isla de Ischia, en un trabajo que sólo le aporta un sustento diario y, algunas veces, algo más; porque también ayuda a la lavandera a entregarle la ropa.
En el interín se enamora de un arquitecto sin dinero pero con amplios y nuevos conceptos en urbanismo que espera ganar un concurso de diseño. Así nos muestra una historia de amor un tanto convencional. Scámpolo, luego de defender a los mocosos hambrientos que robaron un melón y contarle al alcalde sus verdades hogareñas, intercede por él ante el ministro y le ayuda a realizar su sueño lo que la hace, según sus propias palabras, ser cada día una mejor Scámpolo.
El film nos seduce por su entorno de la intensa vivencia de Scámpolo con los vacacionistas y Romy es preciosa, sólo tenemos miradas para ella y su papel de guía: nos impregna de una cierta frescura que nos comparte bellas sensaciones por su cinematografía luminosa en esta película, en la que todo es agradable con buen sentimiento de una época idílica donde la inocencia y la sencillez es virtud justa, seductora y útil que nos depara una cierta nostalgia que, a su vez, se nos hace placentera.
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