Uno
Poema del libro Reflejos Virtuales de Hannia Hoffmann.
No quería confundirse
en el abismo profundo de la inercia.
Bastaron unos años, se dio cuenta
de que el mundo era hermoso y redondo.
"Caminando tranquilo por el tiempo
con la profundidad azul del mar -se dijo-
no podrá confundirme la nostalgia
ni podrá derrotarme la tristeza".
"Soy un mundo pequeño y tan inmenso
como la inmensidad del Universo.
Soy un mundo completo e inconforme,
lo tengo todo y nada tengo "-supo-.
"Déjalo ser -se convenció- que el tiempo
te puede deparar bellos caminos:
frescos como la sombra de los árboles,
tiernos como la rosa y sus espinas,
duros como una piedra y, sin embargo,
déjalos ser, que, aún siendo negativos,
podrán dar el contacto necesario
para que se produzca la energía".
Y siguió caminando por el tiempo:
el presente es el agua que se bebe,
el pasado lo tiene asimilado
y el futuro no existe, está en potencia.
Lo deja ser, va siendo, y sin embargo
todo lo va absorbiendo intensamente,
va siendo, va existiendo, va viviendo
como si fuera un ser diferente.
No quiere ser espectador de la existencia,
está dentro del juego: limpio o sucio.
¡Es tan grande el Universo! Y, sin embargo,
él es tan grande como el Universo.
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