Yamaha y Bansbach: procesos en el tiempo.

En su larga y amplia trayectoria, Bansbach ha desarrollado gran conocimiento en materia de comercio y gestión empresarial aunada a la responsabilidad social en los recursos humanos, relaciones públicas, mercadeo e interpretación de la música; así lo manifiestan sus colaboradores y personal administrativo y musical que este conocimiento, además de ser aplicado, ha sido transmitido de generación en generación, lo que garantiza la continuidad y el éxito de la empresa.

Don Juan Guillermo Ramírez Yepes, Gerente de Mercadeo de Yamaha para Latinoamérica, nos cuenta que don Hans Bansbach Miller fue, para él, una especie de mentor. De manera inobjetable nos dice que aprendió de él la manera de gestionar la parte de la enseñanza musical y la gestión de las Academias Musicales y gran parte de este conocimiento, él también lo transmitió a los hijos de don Hans: don Werner y don Stephan,.



Es conocido que muchas generaciones de músicos costarricenses se han formado en la Academia de Música Bansbach, misma que ha servido de modelo para la formación de otras Academias de Música en otros países de Latinoamérica.

Don Juan Bansbach Küpfer inició la enseñanza musical en Costa Rica con una escuela de acordeones. Posteriormente, en la década de los años setenta del siglo veinte, nacieron otras formas de enseñanza musical en la Academia, entre las que destacan programas como Estrellita, que es para niños y cursos para aprender instrumentos de viento con el programa Flautas Dulces Vientos del Mañana. También cursos de percusión, cuerdas y canto, tanto para niños como para adultos; personas que han deseado y quieren ser músicos profesionales y para aquellos que, simplemente, desean disfrutar de la música como una práctica generalizada de manera familiar o con amistades e incluso como pasatiempo.

Así nos lo afirma don Juan Guillermo: cuando Bansbach inició de alguna o varias formas su proyecto al final de los años setenta y principios de los años ochentas, en Colombia tal iniciativa inició a principios de los noventas con un enfoque distinto.



Al principio, la empresa Bansbach con los japoneses de Yamaha desarrollaron el proyecto de Flauta Dulce para que los niños disfrutaran, para que pasaran bien con su clase y no había mayor exigencia en tal aprendizaje. Posteriormente, el concepto se amplió con el fin de que los profesores aprendieran a enseñar con énfasis en hacer disfrutar al niño las vivencias musicales que se obtienen día a día. Y esto se logró con un enfoque muy académico que favoreció la formación e hizo posible llevar y contextualizar un instrumento tan importante como es la flauta dulce.

Llegamos a Panamá y este proyecto de flauta dulce, que en Colombia nació con el nombre de Flautas Dulces Vientos del mañana, hicimos con Werner Bansbach, un momento verdaderamente grande mediante el enfoque de desarrollo de Bansbach en Costa Rica porque tenía, y tiene aún afortunadamente, la tendencia de ser un poco más académico con la ventaja que permite la introducción y logra gran auge con el tema de la institucionalidad. Y todo esto con varios objetivos.

Por un lado, recuerdo, nos dice el señor Ramírez Yepes, era el objetivo formar los profesores con miras de llegar a la institucionalidad desde la flauta dulce. Y ahí es donde nacen los convenios; ahí es donde nace el proyecto de construcción, y esa parte que ya estaba en desarrollo en Costa Rica, inmediatamente iniciamos algo asi como una irrigacación que hicimos por todo el territorio. Este sistema de Costa Rica, lo empezamos a introducir en Colombia y alcanzó la formación de la Fundación Columbus Yamaha, vigente aún hoy. De manera similar se llevó a Perú, a la Argentina y a Brasil. Y puedo afirmar que tal sistema se sigue llevando por todos lados lo que hace que sea, día a día, un proyecto muy interesante”.

Academias de Música en varios países de Latinoamérica

Así entonces fue que con el paso de los años, se fundaron y desarrollaron Academias de Música en varios países de Latinoamérica, teniendo como modelo la experiencia de Costa Rica y haciendo pequeños cambios acordes con la cultura de cada país. En esas Academias, se realizaron innumerables Seminarios para capacitar a los profesores de las Academias. Recordemos que Bansbach lleva esa educación musical a todo el territorio de Costa Rica mediante acuerdos con instituciones y Ministerios, con bandas musicales y organizaciones en general.





Recuerdo, agrega don Juan Guillermo que llevamos a un maestro a Costa Rica, el Maestro Bernardo José Cobo y él se encargó de visitar todo el país, de la mano de Bansbach, y, pues, recorrimos todo el país, todo el país, apoyados en la solidez de la institucionalidad costarricense. Entonces vimos que siendo el tema muy interesante, por primera vez para Yamaha, Yamaha en América Latina, siente que por intermedio de Bansbach, tiene un proyecto país donde llega Yamaha a todo un territorio-país. Tal situación fue para Yamaha algo muy importante en ese momento.

Gakuhan: palabra japonesa que significa institucionalidad

Los sistemas de trabajo de Yamaha son garantes del éxito de estos proyectos y la institucionalidad de Costa Rica permite el desarrollo exitoso de todos estos programas que buscan llevar a todo el territorio el disfrute de la música. Sin embargo, nos dice don Juan Guillermo, es la actitud de Bansbach como empresa, la que ha facilitado en gran medida estos procesos.

Profesionalización del oficio de técnico

Uno de los logros más importantes en todos estos años es el de ofrecer a los clientes de instrumentos de viento el servicio de reparación y repuestos de esosinstrumentos de viento. Esto fue y es posible dada la profesionalización lograda en la formación de personas que trabajan como técnicos cuyas capacitaciones, también, llegan a todo el territorio nacional.

En Costa Rica tenemos un Taller excelente, muy bien concebido y muy bien montado. Es un taller que goza de un nivel internacional con un entrenamiento por personas que cursan capacitaciones a cargo de Yamaha en Japón y con capacitadores también en Costa Rica y en el territorio latinoamericano lo que genera empresarismo y genera, a su vez, fuentes de trabajo.

Vemos entonces que esta gestión empresarial no se trata solamente de vender productos; no, no. Se trata de vender el producto que incluye el futuro del producto porque teniendo claro el futuro del producto, el mismo siempre tendrá larga duración en el tiempo en beneficio del propietario. Recuerdo que tan pronto se iniciaron los proyectos de flauta dulce, igualmente en Colombia, también iniciamos los proyectos de mantenimiento y reparación de instrumentos de viento.



En su momento, con Bansbach empezamos a trabajar muy fuerte ese tema de mantenimiento de los instrumentos. Primero se inicia con el tema de mantenimiento de instrumentos y luego viene el tema de la reparación de instrumentos. Pero tras la reparación de instrumentos viene, también, nuevamente, todo el respaldo institucional, respaldar la institucionalidad mediante el aseguramiento empresarial de ofrecer repuestos, ofrecer accesorios que respalden el producto.

Porque aún para reponer un tornillo cuyo costo sea de unos pocos centavos de dólar requiere un proceso de mantenimiento y un procedimiento para que tal repuesto exista amparado por herramientas especializadas. Unir todo esto significó armar un proyecto latinoamericano para poder tenerlo.

Cuando Bansbach empezó a comercializar de una forma más consistente los instrumentos de viento, nació la idea de empezar a trabajar con la visión a futuro. La manera práctica fue entonces adelantarnos al problema futuro iniciando a trabajarlo desde ya. Ahí es donde nació la idea de montar un Taller del cual tuvimos más aciertos que desaciertos. Ahí tuvimos a una persona muy importante a nivel nacional que se llama Gabriel Gondo y otros técnicos que trabajan de manera independiente.

Y Werner concluye:
Logramos darle profesionalismo a un trabajo que antes era visto como de manera, tal vez, un poquito de poca monta porque, históricamente, antes esos técnicos de instrumentos musicales de viento, diay, eran muy caseros; con herramientas, a veces , compradas en una ferretería normal y con poco entrenamiento. Cuando Bnasbach empezó a dar un enfoque acorde a la profesionalización técnica mediante la capacitación fue algo así como ellos mismo vislumbraron que en realidad ellos eran, y son, como los médicos del mundo de los instrumentos musicales con la gran ventaja de ser quienes reparan para continuar con la alegría del músico que se le vió apocada cuando su instrumento musical dejó de funcionar.

Gratitud hacia Yamaha y hacia Bansbach

Quiero agregar un comentario en relación con mi gratitud personal no solamente con Yamaha sino mi gratitud hacia la familia Bansbach y a todo el personal de Bansbach. Gracias a Dios ha sido mi lugar para muchas cosas. Sí, para muchas cosas personales, profesionales, humanas y de aprendizaje. Entre mis recuerdos tengo una camisa desde 1992, que Werner sabe cuál es. Es la camisa que me entregaron en ese seminario. Aquel seminario marcó en mi vida un momento histórico para mí, que me hace sentir siempre una gratitud muy muy especial con don Hans. Fueron sólo dos dias que permanecí en aquel seminario que recuerdo cada segundo, cada minuto. Los recuerdos los tengo aún frescos, como si fuera hoy y eso conlleva la influencia de Bansbach, lo que ha hecho Bansbach a nivel latinoamericano. Siempre estaré muy muy agradecido.

Logré grandes aciertos trabajando con Bansbach, y no solamente en la línea de banda orquesta porque tener un socio comercial como Bansbach ha sido absolutamente fantástico. Un socio comercial, un socio espiritual, un socio en el pasado con visión de logros a futuro corto, mediano, largo y larguísimo plazo en el desarrollo de las cosas. Un socio de casi sesenta y cinco años.
¡Imagínese!
Gracias nuevamente a todos, mi gratitud a Bansbach, a Werner, a Stephan y a don Hans y a todas las personas que han estado conmigo allí”.
Así terminamos esta amena conversación con don Juan Guillermo Ramírez Yepes, Gerente de Mercadeo de Yamaha para Latinoamérica.