Epílogo

Hemos hecho un recorrido de varias décadas por la historia de la familia Bansbach.

En este período, vimos cómo un inmigrante alemán que fue traído por la Curia Metropolitana para reparar un órgano, fundó una familia y una empresa que han sido agente de cambio, para bien, en Costa Rica.

“Compartimos la felicidad de vivir con música”, dice la Misión de la empresa Bansbach. Y es que la música, como toda forma de arte, es alimento para el espíritu. También es expresión, belleza y hasta una forma de recreación. La empresa Bansbach tiene, entonces, por Misión hacer que muchos puedan disfrutar de todo eso.

Elemento importante de la historia de esta familia es la situación intercultural en la que han vivido sus integrantes, en todas las generaciones. Son costarricenses, pero también son alemanes. Y en el diario quehacer entre las costumbres y circunstancias de ambas nacionalidades, lograron construir y mantener una empresa exitosa que ha orientado a miles de personas a lo largo de los años en sus actividades en torno a la música, ofreciéndoles los instrumentos musicales y la capacitación para disfrutarlos. Así como facilidades para el mantenimiento y la reparación de esos instrumentos.

Claro que se trata de un comercio con énfasis empresarial. Nos dice don Werner Bansbach: “Para nosotros es fundamental que -y eso Yamaha lo tiene clarísimo, por eso somos tan buenos partners- que en todo esto hay un elemento comercial estrechamente unido al entorno social, ambos los trabajamos para que pueda ser económicamente sostenible. Digamos que esto no es propiamente filantropía pura y tampoco somos una organización no gubernamental (ONG) porque el proceso comercial lo desarrollamos paralelo al proceso social y así el proceso social está estructurado de manera tal que se revierta.

Agrega don Stephan: para que se mantenga.

Acota don Werner: Sí, para que se mantenga y crezca el mercado para vender más instrumentos y así obtener dinero como ayuda en el proceso. Esto es importante porque Yamaha siempre nos lo recuerda mucho dado que no se trata solamente de hacer seminarios de flautas sino que, complementariamente, apoyar con la venta de un poco más de flautas para financiar los mismos seminarios.

Don Stephan agrega: se trata de un comercio para hacer un bien sostenible y, que a su vez, sea lo suficientemente sostenible en el tiempo; es esto el concepto de fondo.

El mercado de Costa Rica ha servido a Yamaha, durante mucho tiempo, para implementar programas piloto que luego fueron aplicados en otros países de América Latina, como bien nos lo ha señalado varias veces el Señor Juan Guillermo Ramírez Yepes, Director de Mercadeo para Latinoamérica de Yamaha. Para mí fue un regalo, nos dice, tener la oportunidad de hacer proyectos en Costa Rica con la facultad previsible de equivocarme y rectificar oportunamente.

Recuerdo que le decía a Werner: Werner ¿Y si hacemos eso? Y Werner me decía: de acuerdo, vamos, y de esta manera empezamos en el quehacer de nuestro trabajo y, entonces, dedujimos que al funcionar en Costa Rica, con las peculiaridades culturales de este país, funcionaría en otros países; y así desarrollamos muchos proyectos.

Bien sabemos que el éxito siempre incluye un largo caminar venciendo contrariedades y demás obstáculos que las generaciones Bansbach han enfrentado y resuelto favorablemente como las dolorosas circunstancias de la Segunda Guerra Mundial, que obligaron a don Juan y a doña Hilda a separarse durante largo tiempo; o la crisis económica en la Costa Rica de los años ochentas del siglo pasado o la pandemia de este siglo veintiuno.

Así también, el incendio que consumió las instalaciones de Bansbach en Nicaragua y una gran estafa de la que fueron objeto, también en ese país, otras muchas viscitudes ralentizaron o condicionaron los muchos éxitos que ha obtenido, y obtiene esta empresa.

Recordemos que Bansbach inició con la venta y reparación de acordeones y se fue diversificando en el tiempo. Una fuerte alianza con Yamaha y otros prestigiosos fabricantes de instrumentos musicales, garantiza a los clientes calidad en sus compras y acompañamiento en su vida musical que incluye formación para el uso y mantenimiento del instrumento musical adquirido.

Bansbach ofrece a sus clientes Tiendas de Experiencia en las que son atendidos por personal amable y capacitado, con la ventaja que en estas tiendas el cliente puede probar los instrumentos y permanecer el tiempo necesario mientras toma su decisión de compra. Estas teindas están diseñadas y acondicionadas para que los clientes se sientan como en su casa y logren compartir grandes momento de esparcimiento. Además las Academias de Música ofrecen a los clientes la educación musical que desarrollan sus mentes, creatividad y sensibilidad con preferencia en las generaciones del futuro. Por su parte, Bansbach Akustik ofrece a los clientes diseños y soluciones de integración de Audio, Video y Control de alta calidad y tecnología de última generación.

En lo relacionado con la reparación de instrumentos musicales bien podemos afirmar que es toda una revolución porque el servicio técnico de Bansbach ofrece al cliente su acostumbrado acompañamiento de post-venta en beneficio de la felicidad de los clientes porque la consigna en Bansbach es lleva armonía y felicidad a personas y familias porque también proporciona a los músicos profesionales las herramientas necesarias para su quehacer en la vida y crear patrimonio. Este servicio técnico es extensivo en maderas, bronces, percusión, trastes, cuerdas sinfónicas, electrónicas y pianos.

La filosofia de Instrumentos Musicales Bansbach consiste en cuatro pilares o conceptos fundamentales: Armonía con los clientes, para que se acerquen a Bansbach con ánimo de divertirse y disfrutar con la música y la tecnología. Armonía con la sociedad, involucrándose en los procesos músico-culturales de gremios, instituciones y regiones del país. Armonía con el ambiente, pues su preservación es fundamental para heredar un planeta sano a las nuevas generaciones y, Gente en Armonía como un equipo de trabajo que comparte la felicidad de satisfacer al cliente con su trabajo.

Una serie de programas de trabajo, especializados en instrumentos específicos o en combinaciones de los mismos, permiten a los clientes ser acompañados tanto en sus procesos de aprendizaje como en la planificación y ejecución de presentaciones y conciertos. Flautas Dulces Instrumentos del Mañana, Programa de Banda Orquesta, Estrellita, Percusión; así como los más diversos cursos.

Y la familia Bansbach continúa su camino en el tiempo. Hijos, nietos y bisnietos de don Juan y doña Hilda son los herederos de todo este patrimonio construido a lo largo de tantos años, con tanto amor y con tanta tenacidad por esta pareja de alemanes que decidieron hacer de Costa Rica su hogar y el de sus descendientes. Vale recordar como cierre de este epìlogo el antiguo reloj de péndulo que hoy está en casa de Hans y Marlise.

El paso del tiempo en el viejo reloj de péndulo

En una de las paredes de la casa Bansbach Steinvorth, luce un hermoso reloj de péndulo que fue traído de Alemania por don Hans quien nos cuenta la historia de ese reloj de enorme valor simbólico para esta familia.

- Werner: Esa historia –la de ese reloj- es muy, muy interesante.

- Hans: “Resulta que mi abuelo, antes de la primera Guerra, tenían su casa propia donde vivían ellos. Al pasar la Primera Guerra Mundial, en Alemania se vino una inflación, lo cual , para el Reichsmark, la moneda alemana, el Marco Real, se fue a una diferencia millonaria como consecuencia de esa inflación monetaria… fue un algo tremendo, muy tremendo para la economía del país; incluso después, la gente hasta empapelaba los cuartos con billetes para ponerle una tela encima o algo como eso. Todavía aparecen en casas antiguas que están demoliendo, aparecen esos billetes”.

- Werner: “O sea, no valían nada”.

- Hans: “No valían nada.

La historia de ese reloj es que mi abuelo recién terminada la guerra, estaba en su casa, con su familia cuando una persona llegó a proponerle que le compraba su casa de habitación y, él, luego de dudarlo un poco, accedió a venderle y se la compraron pagándole en dinero efectivo.

Dos días después, ese montón de billetes que tenía ahí sobre la mesa, pues, no valían nada. Porque se había caído la moneda de una forma excesiva, Entonces, él salió corriendo con eso, a ver qué podía comprar. Lo único que pudo comprar fue ese Reloj. Y tuvo que salir de la casa y empezar a alquilar un apartamento. Y ahí se quedaron de por vida, alquilando el apartamento.

- Marlise acota: “Sí, Perdió la casa. Y lo que le quedó fue poder comprar ese reloj”.

- Hans: “Y ese reloj, cuando yo estaba en Alemania, ahí en Colonia, mi papá le dijo a su hermana:

- Mirá: ¿Por qué tenés este reloj parado? ¡Belleza de reloj!

- ¡A, no! –dijo ella- En las noches no me deja dormir, cuando suenan esas campanas de ese reloj.

- Y le dijo papá: pues es un pecado porque ese reloj se va a dañar si no camina.

- ¡Llevátelo! le dijo.

- Y le dijo papá: diay, si pudiera llevármelo, me lo llevo.
- Y le digo yo: Si quiere yo me hago cargo de mandarlo a San José.
- ¿Cómo?
- No se preocupe. Yo me encargo de eso.
- Entonces conseguí una caja, lo empacamos, lo mandamos. Papá se trajo en su valija sólo el péndulo y una parte pequeña del reloj, y el gran mueble y maquinaria del reloj lo pusimos en la caja.
Así llegó este reloj a Costa Rica
- Hans: Yo le hago un poquito al mantenimiento de ese reloj.
- Marlise: Yo he aprendido mucho.
- Hans: Los desarma y después los vuelve a armar.
- Marlise: Más de uno ha arreglado.

- Hans: Entonces papá, cuando llegó el reloj, dijo:
- Este reloj, el día que yo falte y mamá falte, es de Hannes. Porque él fue el que lo consiguió, lo empacó, lo mandó y se encargó de todo; él hizo toda la vuelta. (acto seguido escuchamos la campana del majestuoso y viejo reloj de péndulo)

Marlise:

Sí, aquí suenan relojes por todo lado…


Fin del libro Bansbach, música, familia, empresa