Los Recursos Humanos en Bansbach

La política de Recursos Humanos de la empresa Instrumentos Musicales Bansbach se ha mantenido con la misma filosofía que tiene para sus clientes y proveedores. Se valora a la persona en procura de que desarrolle su trabajo con el mayor disfrute y lo suficientemente motivada como para dar lo mejor de sí misma. Colateralmente, se facilitan los medios para que prospere y pueda crear su propio patrimonio.

Conversamos con Maricel Estrada, Jobel Morales y Norman Argüello del personal administrativo de Bansbach en la Ciudad San José y nos compartieron sus experiencias en la empresa. Posteriormente, via remota, conversamos con Carlos Aguilar, administrador de la tienda Bansbach de la Ciudad Alajuela ubicada en City Mall.

Maricel Estrada es la encargada de compras en Bansbach. Nos cuenta que, hace muchos años, buscando trabajo, la llamaron para entrevistarla y, don Werner Bansbach y don José Pérez al momento de la entrevista le dijeron que regresara para una última entrevista con don Stephan Bansbach y así lo hizo. Esta última entrevista fue con don Werner y con don Stephan y al preguntarle sobre determinadas tareas administrativas, tales como exoneraciones y exportaciones, les dijo que bien le gustaría aprender lo relacionado con las mismas.

Recuerdo, nos dice, que yo venía dedicada a importaciones y en ese mismo día obtuve la aceptación para laborar en dos empresas. Sea, me dijeron aquí que sí y me dijeron en otro lado también que sí. Entonces pedí con gran devoción a Dios que me diera sabiduría para decidir adónde entrar a laborar.

Para mí entrar a trabajar en Bansbach era todo un reto, porque cuando me dijeron lo que era esta empresa Bansbach que realiza importaciones deTailandia, Europa, China, y cuando uno pasa por enfrente de Bansbach no imagina tal, bueno, me decidí por trabajar en Bansbach y, creo al día de hoy, que no me arrepiento de la decisión que tomé. Entonces yo tenía veinticuatro años de edad.

Desde entonces Maricel es la encargada de compras, importaciones y logística en Bansbach. Continúa diciendo que es una persona muy sensible, al punto de que a veces llora por situaciones que tal vez no lo ameriten. Considera Bansbach como su segunda casa y agrega que sus hijos también la consideran de esa forma; al punto que ellos siempre preguntan por la salud de los dueños de la empresa. Sea, continúa diciéndonos, en verdad uno termina enamorándose de esta empresa Bansbach me he dicho a mí misma algunas veces que, aunque no juego a la lotería, si por alguna razón alquien me la regalara y con mucha suerte "la pego, y me saco el premio mayor" siempre continuaría trabajando para Bansbach porque este es un ambiente de mucho compañerismo y gran respeto, porque cuando tenemos que decirnos las cosas, pues ahí nos sentamos y las hablamos, las conversamos. Me siento más que a gusto en esta empresa.

La mía es una historia un poco diferente porque yo he trabajado en muchos lugares. Y tengo catorce años de trabajar acá y le puedo decir que este es el mejor trabajo que he tenido en mi vida. Oyendo las historias contadas por compañeros y excompañeros ya jubilados, sobre don Juan y don Hans, uno llega a comprender por qué don Werner y don Stephan son las excelentes personas que son.


Son muy especiales ellos. Ellos tienen ese mismo don de don Juan Bansbach, o bien, ese mismo don que tenía don Juan. Agradezco que en el tiempo que yo tengo de trabajar acá ninguno de ellos, nunca, nos haya alzado la voz, siempre nos han respetado y siempre han sido, más que jefes, han sido amigos de nosotros. Y para mí es súper importante. Yo llevo a Bansbach en el alma; y uno siente eso que cuando uno está acá. Algunas veces que he entrevistado personas para que trabajen acá les he dicho: verdaderamente es que yo no le puedo explicar qué es trabajar en Bansbach, porque no hay palabras para explicar lo que es trabajar acá, es algo que uno no puede explicar porque esto es algo así como una gran familia con personas buenas, agradables más que todo.

Recuerdo que hace un par de años se me presentó una situación que tenía que resolver sin mucho preámbulo y Bansbach me dio un permiso para ausentarme del trabajo por un par de meses y nunca me dijeron que tenía que reponer ese tiempo o algo similar; más bien me dijeron: - Vaya, haga lo que tenga que hacer y quedamos esperando su regreso. Y eso yo se los agradezco mucho a ellos.

Cuenta don Jobel que antes de ingresar a Bansbach, estaba en una empresa cuyas relaciones humanas eran para nada aceptables. Esperó a que le dieran el pago de aguinaldo en esa empresa y, de inmediato, presentó la renuncia lo que también le ocasionó un disgusto con el dueño de la anterior empresa. Así entonces, fue a una agencia de empleos y con tal suerte, afirma, que lo enviaron a Bansbach.

Pero agrega: “Y el día que estuve aquí en la puerta de Bansbach, casi me devuelvo. Yo decía: pero es que… ¿Aquí venden algo? Es que… bueno, llamé a mi esposa por teléfono y le dije que no sabía si entrar o devolverme. Mi esposa me dijo: Diay, me parece que si ya dejaste el trabajo anterior tenés que entrar. Y así, pues, ya entré y me saludaron y viendo todo el entorno me sentí mejor. Y ya a los días los conocí a ellos, a los Bansbach, a los dueños. Empecé muy pronto a conocer a don Werner y a don Stephan, que son las personas que lo saludan a uno, en el pasillo, que le hablan, que conversan con uno; es la especialidad que tienen y, lo mismo don Hans.

Recuerdo que cuando yo entré aquí a trabajar don Hans venía un poquitito más a menudo sobre todo a firmar cheques. Y, una vez, estaba yo haciendo unos cheques cuando me invadió un gran deseo de dormir un poquito en aquella tarde sobre el escritorio. Y yo estaba haciendo los cheques y estaba, eso que llaman "cabeceando". Recuerdo que terminé de hacer los cheques y se los llevé a don Hans para que los firmara, y luego de dejárselos me vine al escritorio y al tomar el asiento ¡Fa! caí… y me dormí. Cuando desperté estaban los cheques a un lado del escritorio. Y pensé - Uy, don Hans… Y me fui corriendo para buscando a don Hans y lo vi que estaba en la Caja y, al verme me dijo: Ahí le dejé los cheques, queditico, pa’ no despertarlo…

Jobel Morales concluye: Como dije, en Bansbach la mía es una historia bien diferente. Como le digo, no incluye experiencias con don Juan. Pero, diay, oyéndolos a ellos, uno entiende por qué ellos son como son. Hay una continuidad de la forma de tratar al personal. Uno se siente como trabajar en familia, con amigos, con personas que comprenden al trabajador. Esas y muchas otras cosas son las que uno aprecia en este trabajo. Tengo catorce años de trabajar en Bansbach y les digo, para mí, ha sido el mejor lugar de trabajo que he tenido en mi vida.

Norman Argüello es el Gerente de Mercadeo de Bansbach. Nos cuenta que: En Bansbach yo he vivido dos historias. En el año 1994 yo tenía dieciseis años y como siempre he sido fiebre de la música he andado metido con grupos musicales ayudando entre aparatos o instrumentos y mi primer guitarra eléctrica la compré en esta tienda Bansbach. Luego pasaron los años y un amigo me envió un mensaje diciendo que una empresa buscaba personal para mercadeo y administración y que tenía que ver con música...


Recuerdo que compré una guitarra para persona diestra porque no sabía que para un zurdo como yo era diferente. Es un instrumento, digamos, al revés pero, como yo no sabía al respecto, inocentemente me llevé la guitarra para diestros o derechos. Entonces Ronald Dotti Monge me contactó con quien la podía hacer funcionar para un zurdo, y aún la tengo. Me acuerdo que costó 38400 Colones porque eso fue lo que me gané trabajando en un mes de diciembre. Después, con las mesadas que me mandaba mi papá, con el poquillo de plata que iba ahorrando compré las cuerdas.

Un día, como dije, recibí el mensaje de un amigo que me informaba sobre una empresa que buscaba personal para mercadeo y administración y que tenía que ver con música y así llegué a Bansbach y luego de varias entrevistas me sorprendió que, en la última entrevista, me invitaron y llevaron a almorzar.

Eso fue como en el mes de noviembre del año 2011 y el 04 de febrero del 2012 empecé a trabajar y, sí, aquí verdaderamente se trabaja bien, la pasa uno bien. Realmente trabajo en lo que a mí me gusta, eso no lo puedo negar, mis amigos son los clientes. Con mis compañeros de trabajo tengo muy buena relación y como me dedico, en realidad, a lo que me gusta, entonces eso es un valor agregado que cuesta conseguir en cualquier otro lugar. En ningún otro lugar lo voy a poder obtener. Este lugar ha sido mi casa durante los últimos diez años. Y solo espero que me salgan canas aquí.

Desde que uno entra aquí siempre uno tiene una especie de reto a mejorar y uno observa que va mejorando y los compañeros también a la vez que vamos aprendiendo día a día un montón de cosas, dentro de muchas formas de pensar. Es un ambiente familiar, es un ambiente que siempre es bonito, agradable entre todos y esto no solamente atañe con qienes formamos parte de Gerencia. Muy feliz de estar aquí, en Bansbach.

Carlos Aguilar, administrador de la tienda Bansbach en City Mall de Alajuela.

Empecé a trabajar en Bansbach en el año 1993 como bodeguero y fui contratado por don Hans Bansbach, el hijo de don Juan. Mi experiencia ha sido, más que todo, por haberme desempeñado en muchos departamentos de la empresa. Ha sido toda una gran escuela para mí.


He sentido hacer carrera con esta empresa. Conocí a don Juan, él murió como unos cinco años después de que yo entré. Le recuerdo como un señor muy agradable que llegaba más o menos cada quince días, tal vez, a dar su vueltecita por la tienda de San José. Lo llevaba don Hans Bansbach y era una persona muy amable con un padecimiento en su vista pero con excelente memoria porque recordaba los nombres de todas las personas, ya fueran trabajadores antiguos o nuevas personas que entraban a laborar en la empresa.

Don Juan pasaba por distintos departamentos y si habían personas nuevas se los presentaban y, cuando él volvía después los saludaba y recordaba sus nombres sin problema no obstante su limitación en la vista. Hablaba el español muy bien pero con un cierto acento a diferencia de los hijos y los nietos”.

En esos años trabajaba como bodeguero y en bodega la ejercí durante aproximadamente un año. Luego tuve la oportunidad de ser el Jefe de bodega durante cinco años. Pasé después a trabajar en la Sala de Ventas en la venta de Audio en Casa donde permanecí dos años cuando salió la oportunidad de empezar a vender audio instalado, lo que ahora conocemos como acústica. Considero que prácticamente fui el primer vendedor de Audio instalado de Bansbach. Y ahora es un Departamento bastante complejo y grande y muy importante en la empresa.

Salí a vender audio en iglesias católicas, evangélicas, bares, por unos dos años. Es como una cadena de sonidos donde está la fuente – que ya puede ser la voz o un instrumento con su micrófono, el cable que va conectado a un mezclador o diferentes efectos que a su vez van unos parlantes para difundir música o mensaje con la voz de un locutor o persona afín.

Y así fue como a mediados del año 2016 se abrió la sucursal de Bansbach en City Mall aquí en Alajuela y me dieron la oportunidad de venir a servir aquí a esta tienda y, de momento, aquí tenemos cuatro vendedores, dos personas en Caja y una persona que es la que nos colabora con el tema de limpieza y demás y también una persona en Bodega. Todo esto en la parte de Tienda y en la parte de la Academia de Música Bansbach hay una persona en Caja que es coordinadora además de muchos profesores, todo aunado al servicio de venta de instrumentos. Aquí el cliente encuentra un ambiente muy agradable, con salas para llegar y permanecer el tiempo que quiera o requiera y, de igual manera, tomarse un cafecito mientras realiza su compra. Siempre será bien recibido y encontrará en la Tienda amigos para compartir el amor por la música y su disfrute.