Inicios. Octava Secuencia, Serendipias



¡ Serendipias !
Inmarcesibles

Lo que llamamos "ahora" es el nacimiento de nuevo advenir.

Sonreíamos al abrazarnos frente a frente,
topando nariz con nariz muy suavemente...
Entonces, aún sonriendo, unidos sintiendo
de narices, poco a poco nos fuimos sumergiendo
en viva oscuridad hasta desintegrarnos y,
de inmediato, nos integramos nuevamente
a toda luz en sólo nueve nanosegundos

- Élasy: entonces el Big Bang es un supuesto
límite entre aquella vieja estrella (HD140283) situada
en la constelación Libra y las demás estrellas
que aún existen y persisten con edades anteriores
al Big Bang .

- Histrias: Sí, es correcto, dijo Histrias,
en la actualidad algunas personas vamos a Bigbangia
en nueve nanosegundos y volvemos en otros nueve
nanosegundos solamente porque nos deshacemos
por ósmosis de las impuresas del cuerpo y a la vez
descanzamos plácidamente en el vaivén del viaje,
todo en sólo un segundo o menos.

- Histry: pues, para ausentar impurezas vía ósmosis
con relax dormidita me gusta la Constelación Orión;
me atrae estar de espalda al extraordinario albedo de Sirio,
aunque la mayoría de las veces solo me ausento,
desaparezco y reaparesco en veinte nanosegundos que,
como sabemos, es algo que suele pasar inanvertido
entre las personas que nos rodean.

- Élasy: usualmente me doy un tanto más
en el relax del vaivén con la limitante de que no
podemos viajar a más de 999 nanosegundos
ni a menos de 9 nanosegundos, y como sólo
depende de lo que mejor nos agrade pues,
siempre prefiero la estancia más larga al viajar.

- Histrias: Sí, me agrada la puridad sencilla, fácil,
solamente nos lanzamos a la oscuridad más allá
de todo espectro, la oscuridad es primero antes
que la luz. Así, nuestra traslación nos provee
viajar millones de veces a mayor velocidad,
mientras la luz nos sigue hasta alcanzarnos
hasta todo lugar donde lleguemos...

- Élasy: o nos propongamos llegar mediante
contínuo prisma a todo lugar del universo.
Bien, comprendo bien lo dicho, todo cuanto
decís está claro y lo comparto. Ahora, mi pregunta
es ¿cuál es el motivo de que querer ir de paseo
a ese ignoto lugar situado más allá de nuestro
tiempo, más allá de nuestro presente inmediato.

- Histry: bien sabes que puedes ir con nosotros
con solo aceptarlo: queremos ir porque presumimos
o suponemos que hay ahí un nacarado escalón
por el que podemos subir y bajar mientras libamos
un vinillo y luego regresamos... o seguimos

- Élasy: Sea, solo iríamos para subir y bajar
por esa naracada escalinata que dices que está
más allá de nuestro tiempo y que podemos ir
a visitar ahora mismo

- Histry: Exacto... y volver en cuanto deseamos

- Élasy: ¡ Serendipia !
Siento una sensación que me encanta.
Estaba concentrada en un quehacer concreto
y salta ahora esta chispa que me da vida
para aplicar en nuevo ámbito, en todo sentido...
Siento que estoy verdaderamente enamorada
de lo que ha de ser este corto nuevo matiz
en mi existencia; tu invitación trasciende ligeramente
más allá de cuanto he sido y llevo conmigo mi persona
de bien social, espiritual y material, solo para libar
de un vinillo mientras jugamos en esa ignota
escala nacarada que vislumbro de manera infantil
¡ Serendipia ! .
Somos portadores de valores eternos,
inmarcesibles

- Inconsútil, sin suturas, intervino Coney
un poco más allá de la media escalinata.
Lo nuestro, no son asuntos del pasado reciente
o lejano no ni del futuro inmediato ad portas
porque gozamos, como siempre,
de gran actualidad;
somos portadores, tal como haz dicho,
de valores eternos, inmarcesibles.

- Élasy: Sí, como siempre de acuerdo tanto
para hoy como para el mañana mismo porque,
cuando las personas ordinariamente vamos
a dormir sabemos que hay mañana,
por eso vivimos,
por nuestro mañana promisorio;
con solo eso, ya amas…
ahora bien, siempre que vivas y anheles
vivir más, haz de desear amar más…
con besos, muchos besos;
porque tenemos mucho amor para brindar,
sintiéndonos el uno a la otra y de la otra
al uno tocándonos en ardiente amor,
aunado al respeto de nuestras
más profundas sensibilidades
que se comparten, a veces en solo instantes
de mutuo acuerdo, elaborados
en el pensamiento, aquel que se suscita
con el paso de los días… y de las noches,
y es ameno porque sabes que,
con quien duermes,
posee también un promisorio mañana
que es de ambos.

- Coney: tengo muy vivo en mis recuerdos
el día aquel en que dijiste "estoy viendo
al frente el Mar Caribe, es una parte
del Océano Atlantico" y te dije "estoy frente
a la playa viendo el Pacífico al sur"
al par que reíamos.

- Élasy: unámonos, me dijiste,
vos corrés al oeste y yo al este
y nos encontramos en La Unión.

- Coney: y fue en ese preciso momento
cuando iniciamos sendos viajes hasta
que llegamos al Parque de La Unión

- Élasy: fue un momento ligeramente extraño
porque ahí estaban otras dos personas
vestidas en forma similar de la manera
que previamente habíamos acordado
que ambos iríamos vestidos y,
a una de ellas le pregunté:
¿Eres Coney? y me dijo: no, soy Histrias
quien estaba justo al lado de Histry,
y fue en ese momento cuando escuché
una voz que me dijo "soy Coney
y estoy detrás de vos"

- Coney: entonces te volviste y me encontraste
y, tal como habíamos planeado,
nos besamos cerca de nuestras mejillas,
rósándonos ligeramente las comisuras
de nuestros labios...

- Élasy: sí, y el mundo exterior ya no fue, no existía

- Coney: hasta percatarnos que Histrias e Histry
nos veían muy sonrientes.
Nuestro nuevo universo ya tenía
varios segundos de vida, a escazos minutos
y ya los cuatro, con sólo vernos, sentíamos
que ya éramos grandes y viejos amigos.

- Élasy: ahí, en medio Parque de La Unión, nos
sentamos en el mismo suelo, cerca de la concha
acústica del parque, y recuerdo
que les contamos de nuestra osadía

-Coney: recuerdo que, como de la nada,
Histrias e Histry abrieron sus bolsos
y juntos saboreamos alimentos aunados
a los nuestros que también llevábamos.

- Élasy: estábamos encantados.
Recuerdo que al preguntarles sobre su acontecer
en el Parque de La Unión de Tres Ríos,
la conversación tomó un giro verdaderamente
inesperado para nosotros.
¡ Serendipia !

- Coney: sí, porque en su quehacer en ese día
buscaban personas como nosotros...
propensas a la aventura no fortuita
sino aventuras a la segura

- Élasy: Al unísono vos y yo dijimos
¡ Serendipia !
al par que todos sonreímos...
y pasamos un buen rato sonriédonos, casi riendo.
Como capturados tanto para aquel día como
para los tiempos venideros.. nuestros pensamientos
eran ya factores reales, completamente tangibles
dejando atrás, muy atrás, los índices de probabilidades
de los que conversábamos mientras corríamos,
vos al este y yo al oeste en pos de La Unión.

- Inconsútil dijo Histrias, como es la piel
de nuestro cuerpo el uniforme humano.
Como lo es el universo, los cielos, los mares
o la membrana que envuelve nuestro corazones.

- Histry: porque el ojo que te ve
no se trata de ser un ojo porque vos lo veás,
sino porque el ojo que te ve abarca un todo,
un detalle o un mundo en inconsútil esfera,
con sonoridad de lo envolvente aunque
no escuches, casi uterino, sin suturas,
como una trama, pero sin principio,
sin medio, sin fin. El universo infinito
que sigue y sigue creciento por el que puedes
viajar en amplio turismo y naturismo
porque siempre estamos en él mismo,
al que accedes segundo a segundo,
del que ninguno de nosotros puede salir,
solo disfrutarle hoy y más allá de nuestro tiempo,
desde ahora.


Disfrutaban del vinillo cuando cuando emergieron
de la nada Solay, Lawila, Titlania y Yurro diciendo:
gracias por la invitación para venir a esta concha
nacarada justo en el último escalón



- Coney: ¿y de dónde provienen?

- Titlania: venimos de darnos una vueltecita
por algunas de nuestras viejas vivencias,
muy lejanas ya de nuestro andar y, al traspasar
ese umbral nos vimos inmersos en recuerdos
que queríamos compartir entre nosotros,
porque habían sido comunes en lejanos tiempos
y habíamos acordado reverlos, como cronistas
que atestiguan hechos y, en este caso,
se trataba de aquellas anécdotas que en nuestras
vidas habían tenido un lugar en tiempo y espacio.

- Lawila: Sí, reverlos en lejanía, como simples recuerdos
de situaciones que no volverían jamás a nuestras
vidas porque estaban completamente superadas ahora,
que éramos y somos felices. A fin de cuentas,
podríamos volver o ir donde quisiéramos
en sólo nueve nanosegundos.

- Solay: recuerdo que antes de iniciar la traslación quedamos
de acuerdo que iríamos a aquella corta vida luego
de habernos comido el postre dejando a un lado la cena.
Fue un vuelo conciso viendo muy de cerca,
y muy lejos a la vez, nuestro pasado inalterable,
mismo que no habíamos vivido juntos con la ventaja
de verlo y comentarlo juntos...
¡serendipias!

- Yurro: Entonces sobrevolamos viéndonos cada quien
en pareja individualmente juntos, en una noche
de esas tantas, apostados sobre la cama en uno
de esos días sin ánimo por madrugar. Compartíamos
alguna sesión de cine o de teatro; hablábamos
y nos veíamos como pareja risueña, siempre juntos.

- Lawila: ahora, luego de convenir en esa nueva
dimensión y luego de haber revisto y revisto
hasta la saciedad lo que en otros tiempos
para mi persona fueron vivencia diaria,
veo que ambos esquivábamos el contacto físico,
algo así como "no es permisible follar".

- Solay: de manera similar me sucedió y, al reverlo,
brotó el análisis que en pensamiento me decía
"ya debemos hacerlo, deberíamos follar ahora mismo",
pero aúnque alguno de nosotros iniciara una leve
caricia que a la vez era correspondida con otra leve
caricia estaba claro, viendo la perspectiva,
que sendas caricias estaban algo así como
"desinfladas", estancadas sin ánimo propicio como
para activar a quienes en otros tiempos fuimos,
cuando nos deleitábamos comiéndonos de primero
el postre, sonriéndonos e incendiados a la vez
con órganos y pupilas dilatadas.

- Yurro: la vivencia de ver y rever lo acontecido
me llevó a darme cuenta que no habían sido
situaciones particulares sino que era la suma
de muchas que habían dado fin a nuestro erotismo.
Quienes correspondíamos a la forma de pensar
y actuar conforme a la generación más sexualizada
de la historia nos habíamos adentrado y formábamos
parte de la caída práctica de aquellas generaciones
viejas que otrora existieron caracterizadas porque,
con menor frecuencia disfrutaban de menos folleo y,
aún más "no era algo de importancia en nuestras
vidas tener que pensar y actuar como gente
vulgar común y corriente que no entiende que follar
es la mejor forma de acariciarse con buenos besos
¡serendipia!
de chuparse los besos".

- Titlania: llegué a la conclusión que estar en ese entorno
de pareja no era apropiado para tener relaciones sexuales,
no obstante que las relaciones despojadas de erotismo
funcionan bien porque las personas se llevan bien,
ya sea porque tienen los mismos gustos o ideas
y son amigos, todo sin sexualidad.

- Solay: por un momento pensé que era suficiente
cuanto había visto y revisto pero, inmediatamente
noté que había un "supuesto" inmerso en la pareja:
ese "supuesto" acuerpaba que el folleo en la sexualidad
debía venir de manera natural y fácil y, observé
que eso estaba muy lejos de la realidad...
parece verosímil pero no es verdad.

- Yurro: sí, es necesaria una buena dosis de esfuerzo
porque en caso contrario, vi que la resultante indica
que tal facultad cayó en desuso, algo así como
en el tamis de que lo heredado y aprendido
en torno al folleo de forma natural pasaba a ser
un facto "desaprendido" lo que conlleva a que el deseo
natural, general y social se vino desprogramando
de manera similar a todos los artículos
de uso en general. Sea, si quieres unos ropa
o comida basta un clic y al dia siguiente o,
casi de inmediato, el producto o servicio te llega.

- Titlania: en mucho concuerdo contigo.
Hay una vivencia existencial cuando apetezco
de algo y en el juego de la vida paralelamente
está en si puedo conseguirlo o si no puedo
conseguir mi anhelo. No es tan simple
como el hecho de que la consumación
de mi deseo o anhelo está al par de cuando
llegue mi pedido o que, el porno garantice
el desahogo ad portas.

- Yurro: Eso observé en nuestro vuelo cuando
nos vimos inmersos en esos recuerdos
de la sexualidad que queríamos compartir
entre nosotros, aunando la facilidad de acceder
a toneladas de entretenimiento, con la desidia
en el deseo espontáneo de pareja sin necesidad,
o las ganas de aproximación proclive al tiempo
que se comparte plenamente con quien vives
como pareja y no follas. Es claro que la sexualidad
ocurre fuera y no en pareja.

- Lawila: Para mí fue risible observar que estaba
pegada a la pantalla viendo las dieciocho
temporadas de una serie ocupando el mismo
espacio sin compartir en nada con mi pareja.
De igual manera me vi absorta en noticiaros
y redes sosiales... vaya tiempos aquellos,
no se me ocurría absolutamente nada
para obtener un tiempito, al menos, para crear
un contexto erótico, un ambiente propicio
para acariciar por una o dos horas a mi pareja
follando una y otra vez. Me vi culturizada
e inmersa en normas y códigos haciendo cosas
dinámicas e inteligentes y altamente estupendas
con mi pareja a un lado o cerca sin momentos
de intimidad alguna. Sin recreo ni recreíto para follar
abiertamente y luego continuar con más brío
en mi quehacer haciendo cosas dinámicas e inteligentes.

-Solay: Ví cómo todas estas reflecciones me orientaron
a emigrar hacia otras vivencias de mayor actualidad
o futurística y dejar atrás ese pasado inmerso
en la fusión y la media naranja propia de cuentos
lejanos con aquellas ideas de "respeto y comprensión"
deformadas en el ámbito de lo censurable.

- Yurro: vimos que todos habíamos coincidido,
cada quien a su manera... así emigramos a mejores
vivencias y continuamos por el sendero de los besos
y los vinillos suaves, tenues. Concluímos en reminencia
que la desconexión sexual que en otros tiempos
vivimos, pudimos observar que, cuando la intensidad
del beso disminuye no compartimos fluídos
que son la máxima expresión al vínculo carnal.
El beso amoroso es una caricia que incluye boca
y lengua porque la saliva activa hormonas de cariño
y genera vínculo y relaja.

- Lawila: me quedó claro que todo me rebosó
y me hizo bien decir adiós. Anclé mis deseos
en otras pupilas porque entendí en aquellos tiempos,
y lo pude ver y rever, que sexualidad se juega jugando
a ser jugadores que buscan acertar.
Ví que en las ciudades siempre hay paso
para nuevos amantes y si bien es cierto
que hay mucho amante on-line da cabida al follamigo,
no novio, al que bien puedes escudriñar, sin miedos,
a la alimentación sexual y, sin promiscuidad visible
follamos y, sin dejar de follar, las personas follan según
pueden o puedan, buscando, a la vez, descubrir
algún hallazgo afortunado, valioso o inesperado
de manera accidental o casual... o cuando se busca
una cosa distinta en el amor a la serendipia.

- Yurro: fue cuando dijimos, ya basta, vámonos de acá,
aceptemos la invitación para ir a la ignota escala
donde brilla nacararado un escalón y ¡serendipia!
nacarada es toda la escalinata y la concha acústica
al final del último escalón.
y dijimos: allá vamos... entonces, nos unimos frente
a frente, cara a cara los cuatro para enrumbar
a este lugar de nuestro universo sin principio
ni fin prístino; que perdura en el tiempo ido, imarcesible,
y nos sumergimos en la oscuridad como odiseos atados
a un mástil más allá del seductor canto de sirenas
y de pronto, juntos, nos desintegramos y, de inmediato,
volvimos a integrarnos como personas despertando
a toda luz en nueve nanosegundos y aquí estamos.


Cordial bienvenida dijeron al unísono Histrias, Histry, Coney y Élasy
y de inmediato continuaron más allá de la escalinata
y concha acústica nacarada mientras por su parte, Lawila hizo
un ligero desvío y llegó donde estaba Siboney... y así hablaron:

Aquí la primicia: según nos contaron dicen que fue un beso rosa al sol

Sí, éramos aquellas dos personas;
veníamos por las escaleras, la una que sube,
la otra que baja, cuando, justo al momento
en que, sin vernos aún, estábamos
a la altura uno del otro... puff... se cortó
la energía eléctrica... fue la noche del apagón.

Entonces encendimos sendos móviles
y ambos nos vimos las caras, como inmóviles,
con mirada agradable viéndonos cada quien
al rostro nuevo, como aves detenidas en pleno vuelo
para la foto próxima a nuestras primeras sonrisas.

¡Inolvidable!
llegamos juntos ahondando en huellas visuales
que al yacer en cada quien se desbordaron
en cada milímetro que las pupilas
y la piel nos concediera.

Sin detallarnos en ese momento incompresible,
eran nuestras mismas almas absorbiendo,
en cada quien, nuestras huellas faciales
como gritos de felicidad alcanzada...
sin cantos de gloria dejaron tras de sí
alguna que otra abultada carga.

Cuerpos y almas que emergieron de la oscuridad
de aquella noche... la noche del apagón
que nos dejó ver nuestras más preciadas galas;
las que dieron paso a nuestro amor de fantasía
en esa inolvidable alegría que juntos hemos recordado
tantas veces... y una y otra vez nos agraciamos
de esa alegría al recordar que, al verte, me miraste...
Sí, fue el apagón en ese nuestro tiempo
que creó la casualidad y la casualidad cedió
a nuestro encuentro; es algo que suele suceder
en los caminos, en el cruce de destinos
donde emergen nuevos sinos,
de caminantes amigos;
del hallazgo de un feliz encuentro
en aquellas escaleras que abrimos con la luz
de nuestros móviles, para nuestro encuentro
de caminos y enrumbarnos entonces
a la forja de nuestro propio sendero,
en nuestro nuevo camino.

Nuestros "yo" en un todo metido en el infinito
espacio-tiempo donde todo se volvió perenne
porque hoy solemos decir nuestro a lo que,
antes de conocernos, solíamos decir mío o mía.

Con aquella tenue luz nuestras miradas
navegaron en los mares de los sueños,
absortos en la magia de hallarnos uno al otro
y el otro al uno prontos al camino,
para escoger el modo de andarlo juntos
a pupilas desnudas en pos de los vientos
que se aúnan y se arrullan surcando
entre las velas hacia el nuevo destino.

Fue entonces cuando nuestros labios
mostraron un gesto y ya nada pareció lejano,
ya nada nos fue distante; subimos sendas
escalinatas y el pasado inmediato vivido
convino en un presente que nos acercaba...
y, al acercarnos, nos sentimos nuestras manos
en la oscuridad... era como una noche
que no quería despertarse, la que nos
sumió en pequeño abrazo y, sí,
en un ligerísimo roce de labios,
como si fuera un saludo,
como si nos conociéramos desde antes,
desde mucho antes, como si hubiéramos vivido
largos sueños en muchas tardes;
como si hubiéremos dormido
miles de noches juntos.

En suave murmullo, al unísono,
nos dijimos nuestros nombres y,
en la oscuridad de aquel apagón
sabíamos que nos sonreímos
al no escuchamos bien nuestros nombres,
entonces nos los repetimos;
en un dulce silencio volvimos a decirnos
varias veces nuestros nombres, el uno al otro
y el otro al uno, luego en silencio
volvimos a abrazarnos, afectivamente,
buscando una salida al sol, al beso rosa.

It was a pink kiss at sun...



Inicios: ayer, hoy y más allá de nuestro tiempo, ahora mismo


Tercera Secuencia, Titlanias


Segunda Secuencia, Titlania


Primera Secuencia, proemio


Cuarta Secuencia, Titzú


Quinta Secuencia, Espacial


Sexta Secuencia, Solsticios


Sétima Secuencia, Solsys


Octava Secuencia, Serendipias


Novena Secuencia, Siboney


Décima Secuencia, Aevah


Undécima Secuencia, Astralia


Duodécima Secuencia, Solxiré


Décimo Tercera Secuencia, Atlán


Décimo Cuarta Secuencia, AWA


Última Secuencia, Epílogo


Ellas, Taller Literario


Histrio, vida escénica


Viajeros, Tipilambi



cronistas.net / cebritas.com / lectorias.net
Periodismo pro Gestión Empresarial y Docencia Corporativa
Taller Literario; Producción de Comunicación Hypertext Web
© Derechos Copia/Autor © Hannia Hoffmann © Eric Diazserrano