Eric Díazserrano; detalle del libro Imántasy

Mariposas Monarca en los cogollos del bambú

Cuando vieron en los cogollos del bambú
a las primeras mariposas monarcas que,
luego de salir de sus orugas iban subiendo,
en cortísimos vuelos, hacia lo alto de las ramas
del bambú en donde, al paso de dos o tres días
se aprestarían a levantarse en vuelo... algunas
volarían hasta el Canadá y Europa, desde este
mismo trópico en donde Eyael y Eleya habían
llegado, para no volver jamás al lugar en donde
nacieron; ahora, en las cercanía de su nuevo hogar,
que ya era su viejo y bello hogar, conversaban contando
a Hella y Coyné sobre sus tiempos idos, a la vez
que observaban, a cada mariposa monarca,
enrumbar su vuelo con el beneficio del viento
que en esta época sopla entre mediano y fuerte.

Las observaban para distinguirlas entre machos
y hembras, así como llevar el recuento de cuántas
Monarcas durante un mismo mes levantaban
el vuelo, como parte de su agradable trabajo
compartido.



Hella, Eleya, Eyael y Coyné son poseedoras
de sus personalidades que se caracterizan
por sus dones natos que inspiran con su trabajo
y formas de ser porque desarrollan y motivan
a sus colaboradores, y se caracteriza por generar
un clima personal y laboral sano. Es sabido
que son personas que se comprometen con cada
proyecto que inician, tomando en cuenta sus valores
y ética en cada paso que dan, tanto profesional
como personal. Vale en mucho sus consideraciones
analíticas y asertivas en la toma de decisiones,
se mantienen informadas y se involucran
en todos los procesos relacionados con su trabajo.
En definitiva, son excelentes profesionales
en todos los sentidos, muy responsables en su actuar
con esa permeabilidad que les hace divertirse
en grande dados sus altos niveles de adaptación
profunda en sus quehaceres y con una visión amplia
para enfrentar cualquier tipo de panorama
que se les presente o pueda presentar.


De las personas autónomas

Entrando un poco más en detalle podemos decir que tienen
el don de la autonomía, lo que significa que una persona
autónoma vive acorde al puñado de aventuras
que hacen del trabajo una parte fundamental
de su vida con el esfuerzo que vale, que merece la pena,
porque como en toda vivencia laboral hay días buenos
y regulares; de los pocos días que se tornan con alguna
que otra deficiencia pues, se avivan porque se ama
lo que se hace para vislumbrar nuevas metas
y reorientar los proyectos. Es indudable
que tal desarrollo personal es producto de múltiples
vivencias lo que aúna excelente experiencia
en comunicación corporativa y personal;
viven en constante renovación orientada hacia
las tecnologías de la información, lo que significa
una constante continuidad en la formación personal
para mantenerse al día al conocer las demandas
de sus clientes, asíduos y potenciales, con sobrada
tranquilidad y tiempo suficiente para compartir
en plenitud con sus congéneres.

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