Lenguaje y evolución

Hannia Hoffmann y Eric Fco. Díaz Serrano

La antropología linguística se relaciona con el lenguaje y la variacion lingüística; las formas en que las lenguas humanas se han desarrollado, la relación de unas a otras, la manera en que es aprendido el lenguaje. Todo esto para entender el proceso del pensamiento y la organización de la mente humana expresados en el lenguaje.

Las lenguas indoeuropeas derivan de una primitiva lengua, común a un antiquísimo pueblo producto de las circunstancias que hablamos en Lenguaje y homo sapiens.

Tras grandes migraciones milenarias desde el sureste de Africa -hoy Mozambique- al Lago Victoria, bajaron por el desaguadero del Río Nilo, pasaron mas allá del Canal de Suez para encontrarnos, un milenio después, entre el Mar Mediterráneo y la Mesopotamia, un primitivo pueblo indoeuropeo, dotado de enorme vitalidad y portador de un destino historico inigualado.

De este Oriente-medio se fueron desgajando, una tras otra, numerosas tribus (a esto se conoce como la diáspora indoeuropea). Su expánsión lenta y continua duró ya no milenios sino 8 ó 9 siglos.

Lo fidedigno de estos datos está en los parentescos lingüísticos y culturales de los pueblos que forman la familiá étnica indoeuropea. Aún hoy, en el estudio comparado de sus respectivas lenguas, existen rasgos culturales comunes idénticos a los que tenían antes de su dispersión.

Veamos cómo eran: La organizacion social era tribal basada en autoridad patriarcal de la familia que, con la casa, es propiedad del padre. Son propensos a la democracia, desconocen la existencia de rey o autoridad equivalente, su sociabilidad es de orientación naturalista con culto al cielo y a los fenómenos atmosféricos que en él se desarrollan o de él se derivan, como el trueno, el rayo, el sol, la luna o la lluvia. El Estado es el pueblo en armas.

Hace 5000 años el aspecto nómada de la diáspora había concluido (aunque siempre habían pequeñas migraciones como hoy día). Por Europa estaban asentados entre el Río Danubio y el Mar Caspio hasta la estepa Siberiana propiamente los Eslabos. Los Germanos entre el Rio Danubio y el Mar Báltico. Los Hititas entre el Bósforo y Asia Menor, con la fundación de un gran Imperio. Los Casitas, Arios e Hicsos invaden y ocupan Mesopotamia. Luego los mismos Hicsos se devuelven a Suez y se establecen en Egipto a la vez que los Arios invaden la India y ocupan el Pendjab quedando totalmente establecidos todos estos conglomerados humanos hace unos 4000 años(al día de hoy).

Por este mismo tiempo empieza una serie de migraciones que van a dar lo que hoy se conoce como nuestra cultura occidental greco-romana: Los Jonios y Eolios ocupan Grecia y luego llegan Aqueos al Mar Egeo y Dorios al Peloponeso, en la península itálica los primeros Itálicos y dos oleadas Celtas se establecen en el valle del Po para avanzar luego al Canal de la Mancha y Britannia (en donde ya estaban los Britannios) y a la Península Ibérica en donde ya estaban los Iberos.

Estas ininterrumpidas oleadas de pueblos indoeuropeos al diseminarse por Europa y Asia, difundieron lengua y costumbres pero, la separación geográfica hizo nacer diferencias infranqueables y la lengua madre indoeuropea, que al principio les fue común, se fue descomponiendo en una multitud de lenguas derivadas. Hace 3000 ãnos las diferencias se habían acentuado a tal punto, que los diversos pueblos, aunque estaban ligados por un parentesco de raza y de idioma, ya no se entendián entre sí.

El latín: Los Latinos se establecieron entre los Montes Apeninos y el Río Tíber en donde fundaron Roma. Estos romanos, que partieron de unos orígenes humildes, gracias a su tenacidad y disciplina en hacer guerra fueron conquistando los territorios vecinos, hasta formar el más grande de los Imperios de la Antigüedad. Sus límites eran el Atlántico, el Rhin el Danubio, el Caspio, los rios Eufrates y Tigris y los desiertos de Africa. ¡Ah! Y en medio de esta tierra el Mar (Medi-Terra) Mediterráneo o el Mare Nostrum (Nuestro Mar).

Roma impuso su lengua y costumbres sobre éstos pueblos tan heterogéneos y distantes y también asimiló lo mejor de ellos para convertirlo en patrimonio común. Tal el caso del pueblo Griego al que Roma admiró y copió al punto de hacer junto con su patrimonio una sola civilización que denominamos greco-romana de la cual formamos parte aún hoy.

El Latín, enriquecido con el griego, fue la lengua habitual de soldados y comerciantes y la lengua oficial de gobernantes, de administrados y de funcionarios. Lengua que todos procuraban aprender en el trato cotidiano con las gentes de Roma.

Ahora bien, como la lengua evoluciona con el tiempo, al soltarse el nudo imperial tras la caída del Imperio Romano, los pueblos que estaban bajo la égida de Roma, hicieron sus propias evoluciones a partir del latín que se hablaba en ese momento. Así se forjaron el castellano, el provenzal (de donde proviene buena parte del francés y el catalán), el portugués, el italiano, el gallego y el rumano.

El castellano que absorbió al leonés, al navarro-aragonés y que posee también gran riqueza árabe (recordemos que después de la caída de Roma, los moros invadieron la Península Ibérica y se quedaron 800 años. Como dato extra recordemos también que los moros fueron expulsados de España justamente en el período en que Cristóbal Colón llegó a América).

El castellano es conocido como la lengua española (o idioma español), y es el idioma neolatino más importante del mundo.

Para finalizar este comentario hacemos notar que el occitano (Langue d'oc) irradia a Bélgica a Francia y Suiza; Cerdeña y el Roussillon, cercanos a Occitania y vinculados con la etnia catalana más allá de los Pirineos.
Córcega, Flandes y Alsacia-Lorena ofrecen fragmentos de etnia itálicas y germánicas integradas a Francia por diversas contingencias; lo que significa que Francia abriga cultura romana, céltica y germánica. Añádase a esto el hecho de que, en la región de Marsella, una de las ciudades más antiguas del mundo, existen millones de habitantes que hablan lenguas del Magreb, por ser descendientes de pueblos árabes. Y añádase aún más, que el dominio occitano-romano posee cuatro grandes entidades dialectales, que son el nord-occitano (le limousin, lauvergnat, le vivaron alpin) el occitano meridional (le languedocien y le provençal), el gascón y el catalán que se relaciona con el occitano (en la parte galo-romance) y con el castellano o español.

En todas las lenguas mencionadas en este comentario existen vestigios de la primitiva lengua indoeuropea a tal punto, que abarca situaciones socio-políticas y religiosas; tal es el caso del culto a los muertos (santos y otros misticismos) provenientes desde Africa y que aún permanecen en Mozambique y que forma parte de la estructura sociopolítica de ese país.

Lenguaje y Homo Sapiens

Hannia Hoffmann y Eric Fco. Díaz Serrano

Veamos brevemente lo que denominamos como el desarrollo del lenguaje admitiendo que tanto antiguamente como en la actualidad, el ser humano ha creado fábulas y leyendas en las que otorga a los animales la facultad de hablar; en realidad solo el humano es poseedor de este don en la tierra. Como es este un hecho probado, no vamos a detenernos explicándolo, sino que, partiendo de esta premisa decimos que la aparición del lenguaje en la tierra es tan antigua como la humanidad misma. Ahora observemos como el lenguaje determina la vida y el destino de los organismos que lo desarrollan.

El lenguaje, junto con otras cualidades humanas, fue (aún hoy lo es) un proceso que se vino desarrollando a través de sucesivos pasos del progreso evolutivo que va, desde los protohominoideos a primeros antecesores del homo sapiens.

Estos cambios parecen haberse producido hace aproximadamente un millón de años, en el proceso de la evolución biológica que culmina con la aparición del homo sapiens.

Esta información nos hace comprender que las necesidades determinan el desarrollo de habilidades en cada una de las subespecies que se desarrollaron, de manera que el entorno es un obstáculo a salvar mediante el aprovechamiento de esas nuevas habilidades. Así, de situaciones como el uso de toscas herramientas o del fuego para calentarse -no para cocinar-, se derivan cambios que generan posibilidades de desarrollo que condujeron a lo que es hoy la especie humana.

Primitivamente las especies no-humanas o pre-humanas manifestaron, en lo relacionado con el lenguaje, un comportamiento comunicativo que sentó las bases de lo que posteriormente sería el lenguaje humano, cuya aparición responde a las necesidades de supervivencia que el entorno impuso a los seres que lo habitaban.

El estudio comparativo de la comunicación animal y humana se relaciona estrechamente con el puesto del hombre en la naturaleza. El ser humano tiene un evolucionado lenguaje, en tanto los otros animales poseen sus sistemas de comunicación. Son hechos de comunicación todos aquellos por medio de los cuales un organismo estimula a otro. Por eso podemos hablar de los sistemas de comunicación de algunas especies animales. Sin embargo, estas formas naturales de comunicación sólo funcionan ante situaciones específicas y determinadas genéticamente, lo que significa que estos seres no pueden producir mensajes pre-elaborados que respondan a necesidades que surjan en situaciones nuevas e inesperadas (exceptuemos en buena parte a los elefantes). Además, estas formas de comunicación (de esos seres animales) las reciben genéticamente y no por transmisión cultural como en el caso del lenguaje humano (nuevamente acotamos: exceptuamos en buena parte a los elefantes). Esas características son diferencias fundamentales entre el lenguaje humano y las formas de comunicación animal.

En Africa. en el Mioceno (período de la prehistoria). se dieron cambios de clima que transformaron el bosque tropical en sabana abierta, con bosquecillos aislados. Algunas bandas de homínidos se alojaron en los árboles grandes y fuertes. Otras, se refugiaron en árboles pequeños de los bosquecillos aislados; las demás, las que no encontraron refugio, se extinguieron. La escasez de recursos produjo luchas por los árboles. Los más fuertes se los dejaron (antepasados de los monos antropoides). Los que tuvieron que descender de los árboles en franca derrota son los antepasados de los humanos. Decimos que son los pre-humanos, hominoideos u homínidos. La vida difícil, escasez de agua y de alimento, produjeron cambios físicos y de las formas de vida, para facilitar la adaptación.
Así, los homínidos empezaron a transportar objetos de un lado a otro -alimentos o pedruzcos para ser usados como armas- y esto promovió la locomoción bípeda y la postura erecta lo que, a su vez, promovió la "memoria" o "preciencia". Al caer en el fuego alguna ave (o encontrar algún otro animal asado tras un incendio forestal) y comerlo, los hizo carnívoros.
Al liberar la boca y dientes para otras actividades distintas del transporte de objetos o comida facilitó el desarrollo del pre-lenguaje. La caza de animales exigía coordinación. Las manos estaban ocupadas con objetos, no se podía, por tanto, hacer señales. La vista estaba ocupada en atender la situación (o situaciones en que se encontraban inmersos) lo que favoreció el desarrollo de la comunicación vocal-auditiva, para coordinar acciones sin interrumpir la tarea. La caza y la distribución de la presa, exigían una rudimentaria "socialización" que requería de comunicación más flexible.
Así nació el prelenguaje. La combinación simultánea de dos gritos y, por ende, de sus significados; el cruce de dos gritos anteriores, produjo uno nuevo. Pasó, entonces, a ser un grito compuesto; fue la base para el hábito de construir señales compuestas a partir de componentes que tienen significado. Esto dió el impulso inicial al prelenguaje.

El antiguo sistema de gritos evolucionó a sistema productivo transmitido por tradición con la propiedad del desplazamiento. El desarrollo de la productividad preparó lo que luego sería la manufactura de herramientas en donde, el prelenguaje ofreció excelentes condiciones que se convirtieron en grandes ventajas para la supervivencia.

El cruce de emisiones aumentó el repertorio de premorfemas de aquello que hoy llamamos la prelengua; haciendo del prelenguaje un medio cada vez más flexible y rico. Así, la aparición del lenguaje es el resultado del desenvolvimiento de un nuevo sistema de comunicación, dentro de la matriz del antiguo. Aún hoy, conservamos rasgos del sistema protohominoideo como las variaciones en intensidad, altura y duración de un sonido, y otros que no son palabras ni morfemas, tales como ¡ ajá ! ¡hum! entre otros.

El crecimiento del cerebro (atestiguado por los estudios de fósiles y restos de fósiles hallados), parece ser la evidencia de que estos cambios se produjeron hace aproximadamente un millón de años. La relativa poca diversidad de etnias y lenguas humanas indica que los desarrollos fundamentales (biológicos y de lenguaje), se produjeron en un período muy corto y luego se difundieron. Esto se deduce por que los sistemas de sonidos muestran poca variedad y en todas las lenguas se hace uso muy eficiente de la materia prima fonológica, lo que indica gran antigüedad en ese uso.

La evolución humana, antes de la diáspora (ver Lenguaje y evolución publicado aquí mismo), estableció un estado de cosas en el que todo cambio y adaptación fueron en forma tradicional y no genéticamente. Esto nos lleva a decir que, las lenguas y las culturas de todas las comunidades que han sido y son en el mundo, poseen elaboraciones de un "común denominador" heredado.


Entrañas


Entrañas.

Desde el vientre materno inicié el aprendizaje
de mi lengua materna; oyendo sus susurros, alegrías
y todos aquellos sentimientos de que formaba parte,
en aquella gravidez adherida en mi, y en ella,
gestada en mi desde mucho antes de lo que fuera
mi diminúscula mórula que, enraizada en ella,
daría a la luz mi herencia como bios programado
y que continuaría aún más allá de mi primer soplo
de aliento para convertirme en persona;
con lengua propia, para comunicarme con mis semejantes
utilizando la misma lengua ofrendada por mi madre.

Sus vocales se anidaron en mi como las más fuertes
unidades de comprensión auditiva en aquellos meses
que acuñaron en mi, inmensos capitales simbólicos,
impregnados como activos antropológicos semióticos
pro visión de futuro, construyendo en mi
realidades absolutas de valor real, trascendental,
para el disfrute en toda mi vida presente,
realizada y aún por realizar.

Mi lengua nativa en gestación, me llevó a paraísos
poblados de fonemas, al tiempo que mi madre leía
en voz alta libros y artículos en otros idiomas,
a la vez que escuchaba canciones, tanto propias
de mi lengua materna como de otras manifestaciones
folclóricas de otros pueblos del planeta.

Hoy sé que fue algo así como si chupara o libara
de manera intrínseca, de las más profundas vivencias
de un entorno que no recuerdo porque aún no había nacido;
más, están en mi, en mi entorno vernáculo que conlleva
el entendimiento de formas de ser y pensar
de mis congéneres que son, y han sido, en este mundo
y en mi propio mundo, para alcanzar metas
más allá de mi propio tiempo, desde ahora mismo.

Doy gracias a mi madre por esta magia real y verdadera
que resguarda y da vida a mi comunicación...
de manera activa, vivaz y placentera, concretamente
hacia mi nuevo ser, al que daré vida, ahora
que recientemente me he enterado que, me encuentro,
felizmente embarazada !

(Tomado de la Colección "Bebés según su Signo" original de Eric Fco. Díaz Serrano auspiciada por Fundación Intercultural lectorias.net).


De las lenguas indígenas americanas

Resisten con el paso del tiempo o declinan. Entre las que resisten se encuentran el zapoteco en México, el aimara en Perú, Bolivia, norte de Chile y Argentina, el guaraní en Paraguay, parte de Bolivia, sur de Brasil y norte de Argentina y quechua en Ecuador, Perú, Bolivia y partes de Chile y Argentina. Con menos hablantes se distingue el náhuatl, el mazateco y el mixteco en México, el misquito en Nicaragua, Honduras, el quiché en Guatemala, el guajiro en Colombia y Venezuela y el mapuche en Chile y Argentina.

El náhuatl era la lengua del Imperio Azteca y actualmente es una de las lenguas oficiales del Estado mexicano. Conocida como la lengua Mesoamericana hasta su frontera sur, se dice que la palabra Nicaragua, nombre del país del mismo nombre, proviene de las palabras náhuatl “Nican ca Anahuac,” que traducido para nuestra comprensión sería “aquí está Anahuac”. Aún hoy, existen algunas variantes del náhuatl en la República de El Salvador.

De algunas de estas lenguas, ya desaparecidas o en camino a su extinción, provienen algunas palabras del español o castellano; como por ejemplo la palabra canoa, la primera palabra autóctona que el Almirante Cristobal Colón inscribió en su cuaderno de viaje el día 26 de octubre de 1492. Dice que "Canoa es una barca en que navegan, y son de ellas grandes y de ellas pequeñas... Son navetas de un madero adonde no llevan velas. Ëstas son las canoas". Así también la primera etnia con que se encontró Colón fue la de los taínos que junto con los caribes poblaban las Antillas, Puerto Rico, Cuba y Jamaica, proviene hamaca, de la que Colón describe como "camas que son como redes de algodón" y, del ají, dice el Almirante que "es su pimienta".

Algunas otras palabras, a manera de ejemplo, son: huracán, que en la Memoria de Melgarejo, dice: suelen ser tormentas que llaman huracanes", así como macana, chicha, tambo, piragua, maraca, o barbacoa. Muchas proceden de la flora, como aguacate, atole, cacao, guayaba, ceiba, guayacán, caoba, maní, mangle, papaya, camote, chocolate, mole, tamal o tomate; Y de la fauna: iguana, caimán, guacamayo o manatí.

El castellano o español se impuso a los idiomas locales porque, además de ser la lengua del conquistador y de las múltiples razones político-administrativas de la colonia, favoreció su implantación el hecho de que no existían raices comunes entre las lenguas indígenas. El hecho de que los españoles conquistaron el territorio americano de este a oeste y de norte a sur y hablaban todos un mismo idioma, fue vehículo de comunicación único para todo el extenso dominio y se posicionó sobre los nativos que hablaban un sinnúmero de lenguas diversas.

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