Heredia, la ciudad de las flores

En esta explanada donde se asienta la Ciudad Heredia habitaba en tiempos precolombinos el conglomerado indí­gena Cubujuquí­. Los primeros pobladores coloniales españoles se trasladaron a este lugar desde Lagunilla (hoy un distrito) al percatarse que el agua del Rí­o Virilla no era potable.
El Templo colonial data del año 1797 y lleva el nombre este lugar del apellido Heredia, un capitán y presidente de la Real Audiencia de Guatemala quien no conoció el lugar (ni Cubujuquí­ ni Heredia) porque los vecinos le propusieron dar su apellido a su caserí­o a cambio de obtener el tí­tulo de Villa.


Y resultaron gananciosos en la realidad de aquellos tiempos pues el caserí­o Cubujuquí­ era de un tamaño similar al vecino caserí­o Barva y la declaratoria de "Villa" hizo a sus habitantes sentirse realizados por lo que aportaron mayor esfuerzo en su desarrollo; con ese nombre emergió de Villa a Ciudad y el nombre de la Provincia, Heredia.
La Ciudad Heredia ocupa todo el Cantón Heredia y tiene hegemoní­a en gran parte de la Cordillera Volcánica Central de la que ocupa ambas faldas. De los diez cantones de la provincia nueve son sus vecinos y, diariamente, muchos de los pobladores de esos contornos suelen visitar el Mercado Municipal, famoso porque el visitante encuentra prácticamente todo lo necesario para la mejor cocina nacional e internacional a escasos minutos por las excelentes ví­as de comunicación y transporte urbano.


La falda montañosa al norte del Valle Central colinda con la llanura regada por el rí­o Sarapiquí­ que desemboca en el Rí­o San Juan de Nicaragua. La parte alta de la cordillera es territorio con bosque primario y secundario muy tupido con los cerros de las Tres Marí­as que forman parte de un grupo de reservas biológicas del Parque Nacional Braulio Carrillo donde se encuentra el Volcán Barva.

En el año 1914 el Presidente de la República de Costa Rica Lic. Alfredo González Flores estableció la Escuela Normal para varones y señoritas donde se graduaron personas que ejercieron como maestros de enseñanza primaria y secundaria; al punto que, en toda escuela del paí­s, decí­an como refrán popular, encontrarás personas heredianas impartiendo lecciones.

La Ciudad de Heredia es cuna del equipo de futbol Club Sport Herediano famoso por sus muchos campeonatos ganados en la historia del paí­s donde comparten estrellas mundialistas en su Estadio Eladio Rosabal Cordero. Don Eladio, además de ser fundador del "Team Florense" fue también pionero cofundador de la Federación Costarricense de Fútbol.

Antaño, los forasteros que llegaban de los pueblos vecinos gustaban irse a sentar o caminar por el Parque Ulloa. Los heredianos citadinos preferí­an observarlos desde la calle con lo que nació un sentir popular que también en tiempos idos fue todo un grito... ¡ Viva Heredia por media calle ! +

San Pablo, Heredia, Costa Rica

Lo que fuera "la sabanilla de los villalobos" cambió de nombre pues, según afirman versiones de vecinos mayores de 60 años de edad, consultados en 1978 en nuestro programa de televisión "Costa Rica es así­", autoridades religiosas habrí­an hecho una rifa con los nombres de varios santos para designar el nombre del cantón. El favorecido fue San Pablo.


Fue un pueblito chapado a la antigua y desde finales del Siglo 20 está poblado de construcciones en su totalidad. San Pablo de Heredia es ciudad y distrito único en uno de los cantones más pequeños de Costa Rica y logró su cantonato por el cultivo del café, que le permitió grandes entradas económicas a los pocos pobladores de ese siglo pasado. Aún existen dos o tres de las famosas casas de adobe, similares a las que pintara Fausto Pacheco rodeadas de flores y de aspecto bien conservado por sus propietarios, dada la excelencia de los materiales usados en su construcción, que acondicionan el aire respecto al clima. +

San Rafael, Heredia, Costa Rica

Esta población nació como resultado de ser una extensión de la Ciudad de Heredia, hoy es uno de sus barrios con tránsito de vehí­culos constante hacia los clubes privados, restaurantes cabinas y hoteles y también gran cantidad de transeúntes como turistas nacionales y extranjeros se dirigen al Monte de la Cruz, al Bosque de la hoja o a las Chorreras.


La versión del nombre del poblado coincide con los cantones de San Pablo y San Isidro de Heredia, sea, que autoridades eclesiásticas mediante una rifa entre varios nombres de santos según un decir popular, le dieron el nombre. Esta versión fue constatada por vecinos heredianos mayores de 60 años ce edad, consultados en 1979 en nuestro programa de televisión "Costa Rica es así­", autoridades religiosas habrí­an hecho una rifa para designar el nombre del cantón. El favorecido fue San Rafael. +

Santa Bárbara, Heredia, Costa Rica

Con el nombre de "Churruca" y posteriormente, como Barrio de los Targuaces fue conocido el lugar donde hoy se asienta la Ciudad Santa Bárbara, cabecera del cantón. Fue doña Bárbara, esposa del lugareño Cayetano Esquivel, quien tení­a una imagen de la santa de su nombre y devoción. Santa admirada y venerada por los vecinos. Por los años de la independencia de Costa Rica de España los lugareños comenzaron a darle el nombre de Santa Bárbara a su población.


El centro de la población es atractivo por su ambiente tranquilo aunque, dado el desarrollo global, pueda que sea menor de lo que fuera en otros tiempos lugar solariega paz. +
Santo Domingo, Heredia, Costa Rica

La presencia de Frailes Dominicos de la Orden de Santo Domingo de Guzmán en Costa Rica, dió paso al nombre para esta población que posee una iglesia frente al parque y basí­lica frente a la plaza. Es lugar de aguas frescas y antaño habí­a muchas canchas de fútbol en donde el disfrute los fines de semana era lo usual de lugareños y cantones vecinos. Cabe destacar sus bien conservadas casas de adobe, Patrimonio Cultural Nacional. Sus constructores decí­an que durarí­an mil años o muchos más.

Isaac Felipe Azofeifa nació en la localidad en 1909 y es este uno de sus poemas de juventud.
Deja que yo te siegue, espiga...
El pan que ahora muerdo es mi alegrí­a,
está de fiesta amor, el molinero.
Trigo en la luz dormido, y oro tibio,
miel de mieles, sabor, profundas rosas.
El pan que ahora muerdo es mi alegrí­a.
Alza mi corazón cargas de oro
del sol en que reposas.
Dame a beber ese licor que arde
en el rubio cristal en que te ofreces,
está de fiesta amor el molinero.
Deja que yo te siegue, espiga, espiga,
como en el claro tiempo de las mieses.

Los primeros colonos domingueños eran oriundos de Heredia y en la planificación del poblado pusieron el cementerio lo más retirado del caserí­o. Por esa parte no existí­a posibilidad de que ningún foráneo llegara al lugar, pues el cañón del Rí­o Virilla era verdaderamente imponente. Y fueron domingueños quienes se aventuraron a pasar por el cañón del Rí­o Virilla y fueron en los primeros pobladores de Tibás, hoy cantón y barrio capitalino por donde los domingueños viajan diariamente a la Ciudad Sanjosé.
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Heredia: Parque Nacional Braulio Carrillo