Esos bellos elefantes y su comunicación.
Pesan 5 o 7 toneladas, 3 a 4 metros de alzada y colmillos de 2 a 3 metros de largo. Todo lo relacionado con el elefante es grande. Sus familias son de unos 30 individuos. Son generosos con capacidad de lealtad y dedicación.
De elegante modo de andar, su caminar lo hace en postura recta. Cuando aumenta su velocidad no se vale del impulso que les dan las patas (como los demás cuadrúpedos). El elefante al correr acelera su caminar de patas rectas pudiendo desplazarse más rápidamente que un atleta olímpico.
De estos danzarines podría pensarse que a tal velocidad sus huesos han de astillarse pero, aunque la forma de la pata no lo demuestre a simple vista, los elefantes caminan y corren como en puntillas.
Y esto es porque, aunque la disposición de los huesos de sus patas forman una robusta columna, poseen la característica propia de los bailarines de ballet pues, los huesos del tobillo descansan sobre una almohadilla de material esponjoso que sirve como de "tacón alto" y actua como amortiguador de impactos; lo que explica porqué un animal tan grande pueda desplazarse silenciosamente.
Incluso en los pantanos, el diseño de sus patas le permite trasladarse sin atascarse pues se extienden como zapatos para nieve evitando que se hundan demasiado.
Los elefantes han evolucionado para vivir en condiciones muy diversas:
desde las montañas mas frías a desiertos cálidos.
Los mamíferos mantienen sus cuerpos en una escala de calor muy limitada pero los elefantes pueden soportar cambios mucho mayores en la temperatrura de sus cuerpos.
El calor se elimina a traves de la piel. Entre mas arrugada, más superficie y mayor frescura. Además el movimiento de sus orejas son como abanicos que le ventilan y actúan como radiadores de automóvil pues, los vasos sanguíneos de las orejas los puede contraer o dilatar a voluntad; y si se calientan mucho, abre más vasos sanguíneos en la delgada piel de las orejas.
Toda su sangre puede ser bombeada a traves de sus orejas en sólo veinte minutos. Así enfría su cuerpo y evita que su cerebro sobrecaliente.
Estos gigantes pasan las tres cuartas partes de su vida consumiendo alimento. Semejante apetito hace cambiar y transformar el entorno del mundo en que viven como ningún otro animal (con excepción de los humanos).
En pocos años convierten las selvas en pastizales y los pequeños pozos en pantanos.
Cada elefante digiere unas 50 toneladas de su medio ambiente por año. Semejante trabajo de masticación es pesada carga para sus dientes.
Los dientes que se desgastan se corren y agrupan en la parte frontal de la
boca; a su vez en la parte posterior le nacen nuevos dientes.
Dientes macizos de 4 o 5 cinco kilos. Cuando los últimos dientes se gastan el elefante pierde su capacidad de alimentarse por si solo, entonces muere. Esto sucede aproximadamente a los 60 años de edad.
Gran característica distintiva es su trompa telescópica, la más versátil herramienta que conocemos en la naturaleza. Esta trompa le sirve tanto para alcanzar ramas de hasta 6 metros de altura como cosas o alimentos a ras del suelo. Obviamente esto le permite al elefante ingerir más cantidades de plantas que ningún otro animal. Esta trompa es también poderoso sifón capaz de aspirar 200 litros de agua en 3 o 4 minutos. Con ella levanta fácilmente 200 kilos y le sirve también para arrastrar o empujar pesos similares.
Es un músculo muy sensible y diestro como la mano humana. Pero el elefante no nace diestro en torno a este instrumento tan sofisticado. Le toma años de práctica. En este apéndice está su nariz y es su olfato más agudo y desarrollado que el del perro. A veces levanta su trompa para oler a la distancia.
Los elefantes nunca olvidan dice un proverbio indú. Y es que el cerebro del elefante es muy grande. El cerebro humano tiene aún menos circunvoluciones lobulares que el del elefante, lo que indica gran capacidad de almacenamiento de información. Esto también significa un gran potencial de memoria.
Veamos: Su gran memoria les sirve para reconocer e identificar uno a uno a sus congéneres. Los elefantes pueden diferenciar entre más de 200 individuos de su misma especie, como memoria fotográfica que le permite saber quien es quien, perdón... cual es cual.
Esto es esencial para las hembras pues dependen unas de otras para la crianza de los críos. Es como si todos los bebés elefantes fueran criados por su madre y las "tías".
La memoria es el vínculo que mantiene unida a esta comunidad tan cerrada. Esto proporciona defensa en grupo contra los predadores; educación que debe ser aprendida contra los elementos adversos en forma comunitaria.
Es la matriarca la que en épocas de sequía guía a todos extrayendo de entre sus conocimientos (de su memoria) el recuerdo de mejores áreas de vegetación, pozos de agua o el sitio en donde obtener sal en un hábitat pobre en nutrientes.
Esta información es reunida y obtenida a través de su vida, observando y guardando en la memoria los senderos seguidos por las matriarcas que la antecedieron. Así es que, todos los miembros dependen en gran medida de la memoria de la matriarca, la cual, entre más tiempo haya vivido más exitosa resultará para todos la supervivencia. La matriarca ha sido también la más codiciada por los cazadores furtivos pues posee los colmillos más grandes. De ahí un decir africano e indú, famoso en la jerga popular que dice: quien más sabe es quien más colmillo tiene.
Sin embargo, a veces una memoria tan vasta (como recordar sitios por los que pasó veinte años atrás) puede resultar peligroso para la matriarca y su manada pues, algunos de esos lugares han sido ocupados por humanos que poseen plantaciones (como maizales) con lo que, en los muchos casos que han ocurrido, el elefante a sido el perdedor irremediablemente.
Contrario a la matriarca y sus ayudantes hembras, los machos tienen un programa muy diferente. Cuando crecen vagan de un lugar a otro en busca de compañeras de turno. Esto hace que existan luchas entre ellos principalmente cuando hay alguna hembra en celo.
El sistema de comunicación entre los elefantes es a base de sonidos o infra sonidos (de muy bajas frecuencias) no audibles para los humanos. Son como vibraciones que los elefantes sienten en sus orejas tan desarrolladas en tamaño y forma.
Lo que significa que los elefantes se comunican entre sí a distancias largas, de diez o quince kilómetros, porque los infrasonidos van en ondas sonoras largas que viajan mucho mejor que los sonidos de alta frecuencia que van en ondas sonoras cortas. Su sofisticado sistema de comunicación hace entrever un prototipo de cultura.
Incluso possen sentido de humor visible a menudo. Tal es el caso de madres y "tias" haciendo bromas a sus bebés; como tirarles agua con la trompa y volver a ver a otro lado en un clásico "no he sido yo eh".
Por tanto son autoconcientes y poseen entonces vida emocional y sentimientos. Es la única especie que hace un ritual de muerte ante los huesos de algún congénere que haya muerto, tocándolos con su trompa de la misma manera en que despiertan a un elefante bebé.
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