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Thais Solano. Mi deseo era estar en el Colegio Superior de Señoritas y lo logré...




























Dora Sunikansky es la Presidenta de la Asociación de Egresadas del Colegio Superior de Señoritas (AECOSUS), es profesional en abogacía, ahora está retirada de tal actividad. Aquí algunos detalles de la entrevista realizada por Hannia Hoffmann, ambas exalumnas.

Me siento afortunada, nos dijo, de que mi educación se dio en escuela pública y en colegio público y considero que en mi época de estudiante eran excelentes instituciones. Mi educación primaria me fue impartida en la Sección de Mujeres de la Escuela Juan Rafael Mora cuando para ese entonces se llamaba Escuela Brasil y cercana de mi casa en el Paseo Colón de la Ciudad San José.

Mi educación secundaria debía realizarla en el Liceo de San José en Barrio México o en el Colegio Luis Dobles Segreda en La Sabana pero, a mi mamá se le metió entre ceja y ceja que mi hermana y yo estudiáramos en el Colegio Superior de Señoritas. Y así fue, gracias a que ella se empeñó en lograr su deseo. Incluso tuvo un enfrentamiento con la señora Daisy Murillo, excelente educadora y directora del plantel, quien le preguntó sobre su deseo de inscribir a su muchacha aquí si no le corresponde, porque este Colegio tiene su propia comunidad. Y mi mamá le dijo que el motivo fundamental era que ella consideraba que era un excelente centro de estudios. Así fue como me matriculé y entré a mi Colegio Superior de Señoritas.

Siento, continúa diciéndonos, que recibí una muy buena formación en redacción y ortografía y fue, en verdad, lo mejor para acceder con éxito a mi formación de abogada. Otro importante beneficio en mi formación, fue la relación y la camaradería de las compañeras que conocimos, con quienes estuvimos cinco años juntas allá en el Patio de la Fuente y que aún hoy mantenemos contacto y somos las mismas que fuimos amigas en aquellos bellos tiempos de nuestra juventud y, como todas las mujeres que recibimos y completamos estudios viéndonos día a día con nuestros uniformes de rayas blanquiazules seguimos siendo amigas.

Las amistades del colegio para mí perduran y por esa razón tenemos reuniones cada cierto tiempo, o en las casas, o salimos juntas a tomar algún refrigerio porque siempre, siempre nos mantenemos en contacto. Esas amistades nos quedaron para toda la vida.

Las aseveraciones de doña Dora me llevaron al recuerdo que, cuando estaba estudiando en el Colegio Superior de Señoritas, nos decían que ese conglomerado estudiantil era como una verdadera familia. Después, en el transcurso de los años me percaté de que sí, que tal afirmación es cierta, porque en verdad me siento que soy parte de esta familia de excolegialas y, para mí, esto es muy importante. Cuando le hice este comentario a doña Dora me dijo:

- Sí, cuando nos encontramos dos exalumnas del Colegio, siempre tenemos una buena disposición entre nosotras. Además, el conocimiento que recibimos ahí sigue siendo valioso, sobre todo por haber estado inmersas estudiando en una institución centenaria que posee una cultura e interculturalidades propias dadas las vivencias heredadas generacionalmente.

-Sí, continuó, y entre nosotras es bueno saber que compartimos este bello edificio con personas que luego obtuvieron gran trayectoria en el quehacer cultural y educativo del país. Recordamos entonces que ahí, en el gimnasio del colegio, se gestó la Liga Feminista, el derecho al voto de la mujer y, entre otras muchas vivencias vimos en la distancia que ser egresadas de esta institución es para nosotras un haber prestigioso. Es para recordar siempre los sucesos que hicieron posible el famoso Paseo de los Estudiantes y que algunos de nuestros profesores del Colegio llegaron a ser catedráticos de la Universidad de Costa Rica.

La conversación dio un giro hacia el tema de la Asociación de Egresadas que se constituyó legalmente en noviembre de 1984, tengo la escritura, nos dice doña Dora. No obstante, anteriormente ya funcionaba como una asociación de hecho, figura que existe en el derecho y, usualmente, las exalumnas se reunían en el colegio en lugares como el comedor del colegio e incluso en la cocina; personalmente estuve en varias reuniones.

Empezó como una cuestión para socializar con el propósito de reunir a las exalumnas, posteriormente aumentó el número de asociadas, dado el empeño que le puso una de las fundadoras, me refiero a mi profesora de ciencias Haydée de León. Ahora los objetivos de la Asociación de Egresadas son visibles en los estatutos. Se habla de fomentar los lazos de amistad y el acercamiento de las exalumnas a la institución. También incluye cooperar con la institución en todo lo que sea posible, según los recursos de la asociación acorde a las necesidades del colegio.

Independientemente de los aportes del estado costarricense nosotras nos orientamos a conseguir otras ayudas; y eso es lo que consta en los estatutos,así como aportar becas mensuales a alumnas que así lo requieren. Todas las exalumnas y egresadas del Colegio pueden formar parte,con el propósito de mantener lazos entre la comunidad de exalumnas y el Colegio, es la razón por la que anualmente realizamos el Día de la Exalumna en el Club Unión. Dentro de esa actividad realizamos rifas y actividades culturales. El dinero recaudado es para financiar las actividades de la Asociación.

Hacemos mención del enlace cebritas.com/corp donde aportamos un centro de comunicación corporativa en castellano, francés e inglés de manera simultánea y gratuita accesible tanto al conglomerado estudiantil como a exalumnas y familiares.






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