La vida de los pueblos e individuos está hecha de recuerdos. Se atesoran porque son el testimonio de lo que fueron, lo que pueden dejarse de aquello que tuvieron... las mejores y más queridas vivencias de los años de infancia y también los recuerdos que no me pertenecen, que le he robado al tiempo, para reconstruir con ellos esta historia: la de nuestras raíces. Aquellos que forjaron las personas que hoy somos".
El “Canto a la línea”; toda una remembranza de aquel pasado de gloria, del “canal seco” de la línea férrea interoceánica que unía al Atlántico con el Pacifico costarricense.