Tengo un ¡hola! único
que es sólo para tí.
Nació en lo más profundo de mi ser
y, cada día,
lo alimentan el Sol,
la lluvia, el viento
y las voces de los niños en la calle.
Los pájaros también lo conocen...
Mi hola! es un gran tesoro:
un canto a la vida,
un lazo con el todo.