Puntual a la cita, las primeras palabras de Oscar fueron: hola, vengo con los ingredientes y con todos los deseos de preparar tostadas de col rizada. Su amabilidad en la forma de decirlo hizo que Hella tuviera como única respuesta:
-- "cordial bienvenida Oscar, la cocina está a su libre haber y entender". - Bien, el tiempo de preparación es de sólo cinco minutos y el tiempo de cocción tarda unos quince minutos más.
-- Pues entonces demos inicio de inmediato. Normalmente Hella vestía siempre un tanto informal pero con su elegancia permanente, su presencia demostraba ser toda perceptible y su cabellera libre y pulcra, algo así como limpia de cuerpo y alma sin estar pendiente de las modas. Era como el prototipo de mujer al gusto de Oscar.
- Rinde para cuatro porciones, mira, aquí pongo 4 tortillas de maíz, una porción de frijoles negros que ya traigo preparados, un puñado de col rizada fresca, picada, un tomate, cortado en trozos de medio centímetro, cuatro pequeñas porciones de queso vegano, una pizca de comino y un aguacate para cortarlo en rebanadas.
Estaba claro para Hella que Oscar era de esas personas que no gustan de los alimentos enlatados. Este hombre -pensó- es altamente de índole práctico, para él no tienen sentido ninguna novelesca abstracción. La mujer que le procure tendrá que esforzarse para llevarle al umbral de relación hombre-mujer; este no cantará serenata alguna bajo la ventana (y dando la espalda para ocultar una pequeñísima sonrisa, Hella buscó una toalla y la puso sobre el desayunador).
- Ah, y el vino blanco, acá lo tengo (lo dijo al par que sacaba la botella de su precioso maletín y, como si adivinara en el pensamiento de Hella, continuó diciendo: no es necesario, entonces, que busques en tu cava).
- Este... errrr... sí... soy consciente de eso, afortunadamente. Todo esto lo dijo mientras asaba las tortillas que quedaron bien crujientes. Puso los frijoles negros como capas extendidas sobre las tortillas y agregó un puñado de col rizada fresca a cada tortilla. Sobre la col los trocitos de tomate y el queso vegano y roció el comino para agregar finalmente las rodajas de aguacate y exclamó:
- Voalá (Voilà, e hizo un ademán gracioso de invite a Hella)
