Taller Literario Hannia Hoffmann
Eric Díazserrano PRODUCE

Lectorías: Gramáticas
Española (castellana) / Francesa / Inglesa



Gramática Española (castellana)

Artículo definido
Artículo indefinido
Artículo partitivo
Sustantivos
Plural
Adjetivo
comparativos
superlativos
posesivos
Numerales
cardinales
Singular
Plural
Adverbio
El verbo






















El artículo.
Artículos definidos: Masculino: Singular:el. Plural : los.
Femenino: Singular:la. Plural: las.
Artículos indefinidos: Masculino: Singular: un. Plural: unos.
Femenino: Singular:una. Plural: unas

El artículo definido: el se contracta con las preposiciones a y de para dar al y del [voy al teatro; el libro del maestro]. No hay contracción en plural: a los, a las, de los, de las. Para evitar un hiato, se emplea la forma el en lugar de la delante de todo sustantivo femenino que empiece por a acentuada o ha (el agua; el hambre). el artículo definido se emplea delante de las palabras señor, señora y señorita (el señor director no está) salvo en el vocativo (buenas tardes, señor director) y para indicar la hora (es la una, son las tres) y el día, pasado o próximo (vendré el lunes).
El artículo se omite en la mayor parte de los nombres de países no determinados (España, Francia [ el Brasil, el Japón, el Perú, etc. ] y delante de ciertas palabras (casa, caza, pesca, misa, paseo, palacio, presidio), cuando son empleados con un verbo de movimiento o de estacionamiento (voy a casa; volvía de paseo).
El empleo de la forma un del artículo indefinido delante de un sustantivo femenino que comience por a o ha acentuada es frecuente (un águila, un hacha).

El sustantivo:
Género: son masculinos los sustantivos terminados en o (excepto la mano) o en or (excepto la flor, la labor, la sor). Son femeninos los sustantivos terminados en a (excepto el día, las palabras de origen griego (un problema), los sustantivos terminados por el sufijo ista (un artista) y aquellos que designan seres masculinos (un políglota). Los sustantivos geográficos de mares, ríos y montañas son masculinos, salvo raras excepciones.

Formación del femenino: Regla general: Los sustantivos masculinos terminados en o cambian esa o en a para ser femeninos.
Aquellos que están terminados en una consonante forman su femenino por la adición de una a (señor, señora).
Ciertos femeninos tienen una terminación especial (el rey, la reina, etc).

Formación del plural: Por regla general: Las palabras terminadas en vocal átona toman s (un hombre, dos hombres).
Las palabras terminadas en consonante, y, i acentuada, toman es para hacer el plural (papel, papeles; jabalí, jabalíes). Los sustantivos terminados en z cambian esa z en c delante de es (lápiz, lápices). Las palabras terminadas en s no acentuada sobre la última sílaba permanecen invariables (lunes, lunes).

Diminutivos y aumentativos: El empleo de sufijos diminutivos o aumentativos es muy frecuente en español, en el estilo familiar. Fuera de la idea de pequeñez o grandeza, implican a menudo un destello de afectividad. (pobrecito, cansadito).

Diminutivos: se forman de la siguiente forma: Con el sufijo ito, ita (el más empleado) para los polisílabos terminados ena, o ó en una consonante que no sea n, r (mesita, librito, españolito).
Con el sufijo -cito, cita para los polisílabos terminados en e, n, r (hombrecito, silloncito, mujercita).
Con el sufijo ecito, ecita para los monosílabos y los polisílabos que tienen un diptongo bajo el acento tónico (panecito, cuerpecito, indiecito).
Las mismas reglas se aplican a los sufijos illo (cillo, ecillo) y uelo (zuelo, ezuelo) [mesilla, mozuelo, jovencillo, mujerzuela, etc.].
Ciertos diminutivos son particulares a sustantivos de animales (lobezno, ballenato, etc.).

Los aumentativos: el sufijo más empleado esón (hombrón, solterón, valentón).
Los otros implican a menudo un matiz peyorativo: azo, ote, acho, achón (unas manazas, hidalgote, populacho, ricachón).
La adición del sufijo ón puede implicar la adopción del masculino (una puerta, un portón) ese sufijo puede también marcar una privación (rabón, que no tiene cola).

Los sufijos que indican un golpe de: son los sufijos azo (cañonazo, hachazo, latigazo) y ada (estocada, puñalada, patada).

Los sufijos ar, al, edo, eda pueden formar sustantivos que designen un lugar plantado de ciertas categorías de árboles o vegetales o un terreno en el cual abundan ciertos materiales ( un pinar, un arrozal, un pedregal).

El adjetivo:

Formación del femenino: los adjetivos terminados en o, cambian esao en a (bueno, buena). Tienen igualmente un femenino en a los adjetivos terminados en án, ín, ón, or, ote (trabajador, trabajadora), así como los adjetivos de nacionalidad (francés, francesa). El acento escrito desaparece. Todos los otros adjetivos sólo tienen una forma para los dos géneros: feliz, real, capaz, hábil.

Formación del plural: igual a la de los sustantivos.

Grados de comparación de los adjetivos:

Los comparativos:
El comparativo de igualdad se forma contan delante del adjetivo y como delante del complemento (soy tan alto como tú).
Los comparativos de superioridad y de inferioridad se construyen respectivamente con más y menos delante del adjetivo y que delante del complemento (soy más alto que tú y menos hábil que él). Los comparativos irregulares: mayor, menor, mejor, peor.

Los superlativos:
El superlativo absoluto se forma con el adverbio muy o con el sufijo ísimo, ísima (muy fácil o facilísimo). Ciertas formas son irregulares: antiguo, antiquísimo; rico, riquísimo.
El superlativo relativo se identifica con el comparativo (la más hermosa). Colocado después de un sustantivo determinado, el superlativo se emplea sin artículo (la casa más bonita del pueblo). Mas, si el superlativo está seguido de un verbo, éste se escribe en indicativo y no en subjuntivo (el chico más inteligente que conozco).

El apócope:

Se llama apócope a la caída de la vocal o de la sílaba final de ciertos adjetivos cuando son colocados delante de un sustantivo.Así pierden la primera final delante de un sustantivo masculino singular: uno, alguno, ninguno, bueno y malo, primero, tercero, postrero(un buen alumno; el primer capítulo).
Grande se convierte en gran delante de un sustantivo masculino que empiece por una consonante (un gran poeta).
Santo se convierte en San delante de un sustantivo propio (excepto Santo Tomás, Santo Domingo).
Ciento se convierte en cien delante de un sustantivo común o un sostantivo numeral que multiplique (cien dólares; cien mil Dólares).

Los adverbios tanto y cuanto se convierten en tan y cuan delante de un adjetivo o de otro adverbio; recientemente se convierte en recién delante de un participio pasado y el indefinido cualquiera se convierte en cualquier delante de un sustantivo masculino singular y, delante de un femenino.

Adjetivos numerales:

Números cardinales: Uno (1), dos (2), tres (3), cuatro (4), cinco (5), seis (6), siete (7), ocho (8), nueve (9), diez (10(, once (11), doce (12), trece (13), catorce (14), quince (15), dieciséis (16), diecisiete (17), dieciocho (18), diecinueve (19), veinte (20), veintiuno (21), veintidós (22), treinta (30), cuarenta (40), cincuenta (50), sesenta (60), setenta (70), ochenta (80), noventa (90), cien (100). La conjunción y sólo se intercala entre las docenas y las unidades (ciento cuarenta y cinco).Las centenas se escriben en una sola palabra: doscientos, trescientas.

Para los siglos, los soberanos, las lecciones, los volúmenes, etc. se emplea el ordinal hasta diez, el ordinal o el cardenal para once y doce, después el cardinal (el siglo veinte; Carlos primero, lección duodécima o doce).

Números ordinales: Primero (1o.), segundo (2o.), tercero (3o.), cuarto (4o.), quinto (5o.), sexto (6o.), sétimo (7o.), octavo (8o.), noveno (9o.), décimo (10o.), undécimo (11o.), duodécimo (12o.), décimo tercero (13o.), vigésimo (20o.), trigésimo (30o.), cuadragésimo (40o.), quincuagésimo (50o.), sexagésimo (60o.), setuagésimo (70o.), octogésimo (80o.), nonagésimo (90o.), centésimo (100o.), milésimo (1000o.), millonésimo (1 000.000).

El lenguaje corriente no usa más que los diez o doce primeros ordinales y reemplaza los otros por el cardinal correspondiente (el día veinticuatro del mes; el piso quince).

Adjetivos y pronombres:
Adjetivos y pronombres demostrativos:
Grado de alejamiento (adverbios de lugar): Aquí, ahí, allí, allá.

Masculino: este, ese aquel. Femenino: Esta, esa, aquella.
Plural: estos, as, esos, as, aquellos, as.
Pronombre neutro: Esto, eso, aquello.

Los adjetivos y los pronombres demostrativos se presentan ajo la misma forma, pero estos últimos levan un acento sobre la vocal tónica, excepto el pronombre neutro.
Estos tres demostrativos corresponden a muchos grados de alejamiento en relación a quien habla (este libro es más grueso que aquél). Igual esta tarde, aquella tarde.

Adjetivos y pronombres posesivos:
Adjetivos: mi, tu, su, nuestro, vuestro, su.
Mío, tuyo, suyo, nuestro, vuestro, su
.
Pronombres: el mío, la mía, el tuyo, la tuya, el suyo, la suya, el nuestro, la nuestra, el vuestro, la vuestra, el suyo, la suya.

Los pronombres personales:
Complemento Directo:
Yo = me
Tú = te
EL = le - lo
Ella = la
Ello = lo
Nosotros = nos
Nosotras = nos
Vosotros (ustedes)= vos - los
Vosotras (ustedes) = vos - las
Ellos = los
Ellas = las

Complemento Indirecto:
Yo = me
Tú = te
EL = le
Ella = le
Ello = le
Nosotros = nos
Nosotras = nos
Vosotros (ustedes)= os - les
Vosotras (ustedes) = os - les
Ellos = les
Ellas = les

Después de preposición:
Yo = mi
Tú = ti
EL = él
Ella = ella
Ello = ello
Nosotros = nosotros
Nosotras = nosotros
Vosotros (ustedes) = vosotros (ustedes)
Vosotras (ustedes) = vosotras (ustedes)
Ellos = ellos
Ellas = ellas

Pronombres reflejos:
Yo = me
Tú = te
EL = se
Ella = se
Ello = se
Nosotros = nos
Nosotras = nos
Vosotros (ustedes)= os - se
Vosotras (ustedes) = os - se
Ellos = se
Ellas = se

Pronombres sujetos: generalmente se omiten. Los pronombres sujetos no son empleados más que para marcar una insistencia (yo no quiero).
Se emplea en español la forma sujeto del pronombre personal cuando este último está complementado por un comparativo (eres más alto que yo).

Pronombres complementos:
Lugar del pronombre complemento: se coloca delante del verbo en tiempo indicativo y en tiempo subjuntivo (te hablo), después del verbo, y agregado a éste, en infinitivo, en imperativo, en gerundio (lavarse, dígame, levantándose).
Orden de los pronombres complementos: el pronombre indirecto precede simpre al pronombre directo (te lo doy; dímelo). En el caso en el cual los dos pronombres están en tercera persona, se usa se (se lo doy).

Pronombres complementos sin preposición:
Sistema directo: En singular, se usa de preferencia le y la para las personas, lo para las cosas (le , la conozco [una persona]; lo cierro [un libro]. En plural, el empleo de los es más frecuente que el de les, también para las personas (no conozco a esos señores ni los quiero conocer).
Sistema indirecto. Las formas normales de la tercera persona son le, les para el masculino y para el femenino la vi, le hablé.

Pronombres reflejos:
después de una preposición simple, se usa el reflejo si en tercera persona del singular y del plural todas las veces que el pronombre complemento designe la misma persona que el sujeto (Juan habla siempre de sí).

Pronombres relativos e interrogativos:
Que invariable puede tener por antecedente personas o cosas y ser empleado indiferentemente como sujeto o como complemento con el sentido de que o de quien. Quien (plural: quienes) sólo se usa para personas. El complemento está siempre precedido de una preposición (el hombre a quien hablo). Sin antecedente, puede designar una persona indeterminada (hay quien dice). Los pronombres interrogativos tienen un acento escrito (¿qué dices ?; ¿ quién habla ?
).
El adverbio
Los adverbios de manera se forman por la adición de la terminación mente al femenino del adjetivo, que conserva su acento escrito (lento; lentamente; rápido, rápidamente). Cuando muchos adverbios van seguidos, la terminación mente sólo se agrega al último, siendo femenino el precedente (hábil y rápidamente).
Los adverbios de cantidad pueden ser palabras simples (bastante, demasiado, mucho, poco, tanto, cuanto, harto) o locuciones. Puestos delante de sustantivos, explicadas o sobre-entendidas, las palabras precedentes son adjetivos y deben concordar en género y en número (poca agua; demasiadas tareas
).
Verbos:

haber: siempre es auxiliar o impersonal. La idea de obligación impersonal está explicada en hay que seguida del infinitivo (hay que comer para vivir) o bien por el giro es preciso (necesario, menester) y el infinitivo, o bien todavía por hace falta y el infinitivo.
La idea de obligación personal está expresada en tengo que, tienes que seguida del infinitivo o bien por hace falta que y el subjuntivo.

Formas pasiva y pronominal:

El pasivo: se forma con el auxiliar ser y el participio pasado del verbo a conjugar. fue castigado; fueron castigados

Verbos pronominales: En la conjugación pronominal los reflejos se colocan antes del verbo, excepto el infinitivo, el imperativo y el gerundio.

Modos y tiempos: Los tiempos compuestos se forman siempre con el auxiliar haber y el participio pasado permanece invariable (he cantado; hemos ido, ellos se han levantado).

El indicativo: el futuro y el condicional españoles pueden dar la idea de hipótesis, respectivamente en presente y en pasado (estará enfermo; tendría entonces cincuenta años).
El castellano emplea el pasado simple cada vez que se trata de una acción terminada al momento en que uno habla (llovió mucho el año pasado) y reserva el empleo del pasado compuesto para indicar que una acción dura todavía al momento en que se habla (hoy, ha llovido mucho). El subjuntivo: el subjuntivo español es empleado después de un verbo de orden (dile que venga) y para explicar la defensa (no os acerquéis) o bién, en América (no te acerques)
La concordancia de los tiempos es obligatoria en español. Así, cuando el verbo de la proposición principal está en pasado o en condicional, el verbo de una subordinada en subjuntivo debe estar en imperfecto (temía que no lo supiese).
La conjunción si está seguida en español del subjuntivo imperfecto cuando el verbo de la principal está en condicional (si tuviera dinero, compraría una casa).
Como si está siempre seguido del subjuntivo imperfecto.
Para el imperfecto del subjuntivo, se puede escoger indiferentemente las formas en se o ra. Esta última a veces es usada como equivalente del condicional (quisiera) o el pluscuamperfecto del indicativo.

El imperativo: la primera persona del plural y las terceras personas con la fórmula usted son tomadas del presente del subjuntivo (comamos, coma Usted, coman ustedes; excepción: vamos).
Los pronombres personales complementos deben ser enclíticos (levántese). En las dos primeras personas del plural, la última consonante de la terminación del verbo desaparece cuando el pronombre es enclítico levantémonos, levantaos
("levantaos" se usa en España, en América: levántense -refiriéndose a ustedes-).
El infinitivo: la mayoría de los infinitivos españoles se pueden sustantivar. ese uso tiene por fin presentar la acción explicada por el verbo de una forma más viva de la que lo haría un sustantivo abstracto de origen y de sentido análogos. así, el infinitivo precedido del artículo el se convierte en un verdadero sustantivo (el correr; el cantar).
El infinitivo sustantivado puede estar acompañado de otros determinativos además del artículo el y explica un matiz relacionado con la manera de hacer algo un mirar; aquel gritar

El gerundio: se forma por la adición de la terminación ando al radical del infinitivo de los verbos en ar. La terminación iendo al radical del infinitivo de los verbos en er, ir.
El gerundio es invariable. La idea de duración expresada por el gerundio precedido de ir y la de continuidad por el gerundio precedido de seguir.

El participio pasado:
Se forma con la adición de la terminación ado al radical del infinitivo de los verbos en ar, y de la terminación ido al radical del infinitivo de los verbos en er, ir .
. El participio pasado con haber es siempre invariable (los libros que hemos leído) No se separa del auxiliar (hemos dormido muy bien).
FIN