El Guarco, El Tejar, Provincia Cartago
Detalles del pueblo y su historia:
Guarco fue el indio rey de reyes, Señor y Cacique de Purrupura.
En tiempos de la colonia la Provincia de El Guarco abarcó los pueblos indígenas Acsarí, Xoca, Oroxi, Xaratsí, Corroscí, Coo, Oticara y Turrialba.
Una leyenda cuenta que Iztarú hija del Cacique Coo, fue sacrificada en el Volcan (hoy Volcán Irazú), para apaciguar la ira de Guarco.
El volcan estalló (terremoto precolombino) y lanzó lava e inundó en lodo las tierras de Gran Señor de Purrupura.
Ante tal sacrificio y con sus cultivos perdidos Guarco no volvió a molestarle jamás.
Con ese lodo habrían de construirse, dos siglos después, las famosas tejas tejarenas (de El Tejar) que menciona el poeta Aquileo Echeverría.
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Juan Viñas, Jiménez, Provincia Cartago
Detalles del pueblo y su historia:
Jesús Jiménez Zamora, expresidente
de Costa Rica en la segunda mitad
del Siglo 19, fue reconocido como
el presidente de las escuelas y caminos
Este cantón lleva el apellido
de este señor que también
decretó libre (costeada por
el estado) la educación
obligatoria para enseñanza
primaria.
Juan Viñas (Rodrigo Facio-1917)
Es un montón pintoresco de casitas
jugando al equilibrio en el subir de una colina.
Sólo yendo hacia arriba o hacia abajo
por ella se encamina
De un lado a otro le amarran rectas calles
ansiosas de una urbana geometría,
que al contrastar con los contornos naturales,
estampan una nota peregrina.
Rompiendo la continuidad del zinc y tejas
-escudo de temperaturas excesivas-
hay dos torres pequeñas, coloradas,
que lanzan hacia arriba
anchas columnas repletas de oraciones
de una fe buena y sencilla
Más allá saltan dos negros y gigantes brazos
que viendo a lo alto pasan también la vida,
y asfixian de humo negro el ancho cielo,
mientras abajo el azúcar se fabrica.
Un ejército verde de cañales
de día y de noche el pueblecito sitia.
(El viento, general de torpe táctica,
las largas hojas para un lado y para el otro inclina
y cuando pasa, sin marcialidad alguna,
a bofetones revistando filas hace gala
de su humor que es fresco y fuerte
y entre ellas silba.
Gente, muchas cuestas, una iglesia y un ingenio.
Escena clara, fácil y sencilla,
apretada en tierno abrazo verde:
eso es Juan Viñas.
Y ahí se está mañana, tarde y noche
acrobáticamente agarrada a la colina.
El fértil suelo abajo,
el ancho cielo arriba.
Y ella, dichosa de quietud rural
y de pasar asoleándose la vida.
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La Unión, Tres Ríos, Provincia Cartago
Detalles del pueblo y su historia:
La configuración geográfica de la unión de tres rios (Tiribí, Chiquito y la Cruz) dieron el nombre al lugar.
Los cartagos, así denominados popularmente los habitantes de la Ciudad Cartago, suelen decir que es este un cantón muy "josefino" por la condición de compartir parte del mismo valle en donde se asienta la Ciudad Sanjosé.
En sus festejos Virgen del Pilar, una especie de cofradía de vecinos reviste de flores las calles de la población. Es a la vez una competencia entre los vecinos que mejor adornen su calle. La organización no es cantonal sino en el cuadrante de calles de cien varas. La vara es una antigua medida equivalente a 0.84 centímetros y en general, el trazado de calles de los centros urbanos de Costa Rica se dieron utilizando esta medida. La distribución, igual en los demás poblados es clásica española: Plaza de armas (que luego fueron canchas para jugar al futbol, hoy parque), iglesia y cabildo donde en la actualidad se afinca la municipalidad).
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Oreamuno, Provincia Cartago
Detalles del pueblo y su historia:
Francisco María Oreamuno,
natural de este lugar,
fue presidente del país
durante solamente un mes (finales
del siglo XIX). Ciudadano
muy querido por los lugareños,
fue escogido su apellido
para denominar el cantón.
Situado en las laderas
del volcán Irazú, con vista
hacia el Valle del Guarco.
este cntón tiene relación con la historia del país,
nacieron en este lugar Braulio Carrillo y Víctor Manuel Sanabria, según refiere el libro Tipilambi.
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Pacayas, Alvarado, Provincia Cartago
Del pueblo y su historia:
Anclado en las faldas
del macizo de los volcanes
Irazú y Turrialba,
este cantón toma su nombre
del cura Joaquín Alvarado,
por su actividad y aporte
al progreso cultural y material
de la población de Pacayas.
En sus pliegues montañosos
se ven cultivos de papa
y ganadería de leche.
Llama la atención del visitante
el verdor de la zona y su Salto
de Agua en las cercanías de Pacayas.
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Paraíso, Provincia Cartago
Del pueblo y su historia:
La antigua Villa de Ujarrás
llamada así por encontrarse
en los dominios del Cacique
Uxarratsí. Fue un asentamiento
de religiosos franciscanos.
Aquí nació Florencio del Castillo
quien fuera un representante
de esta colonia, ante las Cortes
de Cádiz en la España del Siglo XVIII.
Las constantes avenidas de los ríos
producían muerte y desolación.
Entonces, los vecinos de esta
Villa de Ujarrás deciden trasladarse
al Llano de Santa Lucía.
Villa de Paraíso fue el nombre
acordado por estos nuevos colonos
por considerarse a salvo
de las inclemencias de la naturaleza
y vislumbrando un futuro mejor.
Desde el Mirador de Ujarrás
es posible observar, y comprender
en la topografía del paisaje,
la buena decisión que hicieron
aquellos primeros pobladores.
Y es que aún se encuentran ahí
las ruinas de la que fuera su iglesia
fundada en el año 1567, cuando
la imagen de Nuestra Señora
de la Concepción permanecía
en su altar y que fue donada
por el Rey Fernado II de España
pues Ujarrás perteneció a su reino,
en cuyos dominios no se ponía el sol.
El "hallazgo" de una india, que las autoridades religiosas adjudicaron al azar con el nombre de Juana Pereira, aduciendo que tal india había encontrado una imagen
tallada en piedra en la Puebla de los Pardos en Cartago, en el mismo lugar donde hoy se asienta la Basílica de Los Ángeles, hizo que Nuestra Señora del Rescate
de Ujarrás -nombre que le fuera adjudicado a raíz de los hechos ocurridos
con los piratas Morgan y Mansfiel- perdiera el rango de Patrona de Costa Rica.
Tapantí: refugio natural de vida silvestre donde se asienta la represa
hidroeléctrica del Instituto Costarricense de Electricidad ICE situada
a 35 kilómetros de la Ciudad de San José por una carretera en excelentes
condiciones todo el año, por lo que la travesía puede estimarse
en una hora y media o poco menos.
El Refugio Natural de Tapantí posee flora y fauna silvestre en un entorno
en el que confluyen unos 150 cursos de agua que convienen en el Río
Reventazón, uno de los más caudalosos, famoso por sus rápidos.
Esto hace que la zona sea muy visitada con fines turísticos.
Hay lugares donde acampar y en los meses de mayor pluviosidad es posible observar quetzales en las combas y agujeros de los árboles donde habitan sólo que, para hacerlo, es necesario adentrarse en la espesura de la montaña por lo que se recomienda una guía de expertos en el lugar, dado que es un territorio agreste y los ríos causan pequeños y grandes derrumbes en una naturaleza que se caracteriza por sus mutaciones anuales.
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