En esos años nació “La guaria morada” del Talolinga Roberto Gutiérrez Vargas que junto con la música criolla
provienente de la danza andaluza los costarricenses escucharon “Caña dulce” de José J. Salas y José Daniel Zúñiga
Es a finales de esa primera mitad del siglo 20 cuando al Valle Central incursiona el ritmo afrocaribeño, cadencioso, cuyo origen media por las islas de Trinidad y Tobago con mayor ahinco jamaiquino
que por lo contagioso de su ritmo y su cadencia, fue rápidamente adoptada por toda la población costarricense.
Sucedió similar con la balada y el bolero que nos llegó desde Cuba donde se mezcló con los ritmos africanos aunadas maracas y timbales que dio como resultado la canción cadenciosa que se mantuvo en toda la segunda mitad del siglo 20 y en este milenio. Bansbach estuvo y sigue estando allá y aquí.