El nacimiento de la Academia de Música.
El oído absoluto:
Niños que hablan el lenguaje de la música
La Academia de Música Bansbach tiene un programa de educación dirigido a niños. Este programa se ha convertido en un semillero de futuros músicos de Costa Rica. El curso para los niños menores, lleva el nombre de Estrellita. Sobre esto, don Hans nos cuenta que:
- “Hay muchos niños que salen del curso de Estrellita y después pasan, digamos, a la Sinfónica Juvenil o al Conservatorio de la Universidad de Costa Rica.
Y antes, hace muchos años, la opinión de esas instituciones era:
- Ah, no. Bansbach hace eso por plata.
Es decir, creían que se enseñaba más con el interés de cobrarle a un montón de chiquitos, por puro mercantilismo.
Cuando se dieron cuenta que el curso nuestro formaba a los niños con el oído absoluto: que, usted toca una tecla o un acorde y el chiquito – que no está viendo el teclado- le puede cantar las notas”.
Werner: aclara:
- “Eso de que tengan tan buena formación, es resultado de la metodología Yamaha”.
Hans:
-“Eso, un músico usualmente no lo posee, no lo tiene”.
Stephan dice:
-“Mis hijas lo aprendieron y lo tienen”.
(en este instante, en un reloj situado al fondo de la sala se hacen oír, otra vez, las campanas del reloj)
Hans:
- Explico: el curso de Estrellita fue diseñado por Yamaha haciendo un estudio en las Universidades o en los Conservatorios más famosos del mundo, del desarrollo de un niño en la parte musical.
En ese estudio se dieron cuenta de que una de las primeras cosas que se desarrolla en un niño es el oído. Por eso es que el niño aprende a hablar el idioma materno. Así, ellos empiezan a desarrollar el oído jugando. Entonces el curso de niños es diseñado de tal manera que cada -máximo- cinco minutos, la maestra cambia de actividad, sea, tocar el teclado o hacer ritmo, o bailar o hacer otras actividades tales como practicar algún juego infantil. Los niños mientras juegan, desarrollan el oído. Después de los primeros dos años en la Academia Bansbach ya han desarrollado el oído y, después, el niño empieza a desarrollar el movimiento y los músculos de los dedos. Ya empiezan, entonces, a tocar un poquito mejor.
Stephan:
- “Estamos hablando de niños de tres, cuatro años de edad, cuando empiezan”.
Hans:
- “Y lo que viene después, es el desarrollo de la voz. Empiezan a desarrollar la voz en el canto de lo que están oyendo. Así empiezan a cantar afinado.
Hans:
- “El oído absoluto es eso. Que yo me siento frente al teclado y toco alguna nota y entonces el niño identifica la nota y dice:
Werner acota:
- Fa, mi, sol…
Hans:
- “Fa, mi , sol. O bien, do, mi, sol; do, mi, si. O cualquier otra secuencia de notas…
El niño las oye, las identifica y puede cantar las notas.
Stephan cuenta su experiencia, con sus hijas, alumnas de la Academia Bansbach:
-“Un día en mi casa, una de mis hijas estaba en la cocina y la otra estaba en el piano jugando con el piano y daba notas. Entonces, desde la cocina, la otra iba diciendo las notas.
Entonces yo dije:
- ¿Pero cómo hace?
Y me dice:
- Yo las oigo.
Y todavía inclusive si tienen un acorde, que son tres notas juntas, identifica y dice cuales son las tres notas. Por ejemplo, si oye una campana le dice qué nota es.
¡Yo no lo podía creer!
Hans:
- “A mí también me sucedió. Estaba en el negocio en San José y llegó un músico. Entonces, le dije lo referente al oído absoluto.
Se quedó viéndome y me dijo:
- Eso es muy difícil, lo tiene muy poca gente.
Le respondí:
- Mis dos nietas lo tienen.
– Ah, no jodás, me dijo.
Entonces le dije a mi nieta:
- ¿Lucía, usted puede oír las notas que va a tocar este señor?
- Sí, claro.
Entonces yo le dije:
- Póngase de espaldas.
y le dije al músico:
- ¡Toque!
- No, no, me dijo, yo no toco.
- Bueno, entonces voy a tocar un acorde.
Así, toqué un acorde y Lucía lo cantó.
Luego toqué otro acorde y, también, Lucía lo cantó
El músico se quedó viéndome y me dijo:
- No, no. Aquí me estás vacilando. Eso es un truco.
Y le dije: entonces toque usted algún acorde.
Entonces empezó a tocar varios acordes diferentes. Y Lucía se los iba cantando uno a uno
- ¿Cómo hace? ¿Cómo hace? , preguntaba una y otra vez el músico”…
Marlise interviene:
- “A mí me pasó, también con Lucía, una vez que me la llevé a pasar unos días a Miami. Y en Aventura, ahí hay un Señor que se sienta ahí, a tocar a ciertas horas, en un piano en ese Centro Comercial.
Lucía le dijo que ella podía cantar las notas que el tocara. Él se quedó viéndola. Y, de veras, estaba asombrado al darse cuenta de que, en verdad, le estaba leyendo las notas y los acordes que él estaba tocando; ella de espaldas sin estar viendo”.
Stephan:
- “Es que, la mayoría de los músicos que hay en el país, no pueden hacer eso. Me refiero a músicos profesionales.
Ellos no tienen eso. Algunos sí, como los conocidos Lalo Rojas y Chepe González. Entre los músicos, digamos, de carrera, hay un par, así, contados con una mano, que logran eso. Y que, verdaderamente, tienen esa habilidad.
Pero sí lo tienen los niños que salen de la Escuela de Música de la Academia Bansbach; los que salen de ese curso. los que lo hacen completo… Incluso en la tienda, no me lo creían tampoco. Me decían:
- Claro, digamos, un caso así, es porque son las nietas de don Juan. O bisnietas de don Juan, por eso es que ellas traen ese oído.
Les dije, entonces a los compañeritos que venían saliendo de la clase -porque en ese momento veníamos saliendo de clase de órgano-.
Les dije:
- Vengan, párense todos aquí. Y dele a las notas. Y los niños todos, en coro, iban diciéndo las notas.
Así demostré que todos los niños de la Academia Bansbach las oyen, las identifican y las cantan. Porque los cursos son, verdaderamente, fuera de serie por lo que la generación de músicos que viene detrás, trae una preparación diferente”.
Hans:
-“En las instituciones clásicas, de muy alto nivel como la Sinfónica Nacional, hoy en día, cuando una persona que fue alumno de la Academia Bansbach quiere matricularse ahí, ni siquiera le hacen examen.
- Es notorio oir como ¡Ah! ¿usted viene de Estrellita? cordial bienvenida.
Porque se dieron cuenta de que venían infantes con oído absoluto. Y eso ellos no lo tienen.
Werner:
- El proceso es, en realidad, más completo, todavía. El tema del oído absoluto es, diría yo, una de las máximas del programa de Estrellita de la Academia Bansbach; no obstante, en realidad es el Yamaha Music Course basado en un pensamiento japonés distinto. Generalmente se piensa que la música se va aprendiendo y a las personas lo primero que les ponen es la partitura, normalmente. Y empieza a leer y le dicen que trate de tocar tal cancioncita. Y aquí en la Academia Bansbach este proceso es diferente porque procede de un estudio japonés en relación con el desarrollo del oído.
El desarrollo de la habilidad musical se dispara entre los cuatro y los nueve años, más o menos. Esa es la curva donde el cerebro y el oído humano realmente desarrollan la habilidad musical. Por eso es que el programa empieza a los cuatro años. Y empieza trabajando sobre la parte de escuchar, cantar, tocar, leer y crear.
Entonces, al principio, trabaja las primeras cuatro. Que es escuchar la ejecución modelo del Profesor; cantar, que cuando uno canta es que aprende a afinar, con relación al oído interno. Después es tocar, sin necesariamente tener la partitura. Después es leer. Ya cuando empiezan a tocar algunas cosillas, saben cantar y así, sin ver la partitura, les dicen:
- Bueno, esto que usted ha venido tocando, se escribe así.
Eso es, digamos, entre los primeros años. Cuando ya llegan a los 7, 8 años, el método de Yamaha lo que dice es que no es necesario estar en un nivel universitario para aprender a componer. La composición se aprende de manera similar a escribir un ensayo. Digamos, a uno no le enseñan en la Universidad a escribir un ensayo. A uno le enseñan gradualmente, por ejemplo, desde tercero o cuarto grado de escuela primaria, iniciando con un párrafo pequeño de unos tres renglones; en el que media una introducción de un renglón y una conclusión. Después, en cuarto grado, ese párrafo aumenta de tres renglones a cinco renglones y después, una página y ahí va creciendo. Con la misma mentalidad, al alumnado entre los 8 y los 9 años, más o menos, les empiezan a explicar la manera de componer una canción. De una forma muy sencilla. Se le dice al alumno:
- ¿Decinos qué es lo que más te gusta a vos en la vida?
Algún alumno puede decir
- Ay, a mí lo que más me gusta son las gallinas de la abuela.
- Bien, ¿Cómo te hacen sentir?
- Me hacen sentir muy feliz.
Al momento ya el alumno puede llevar cuatro o cinco años en clases, con este método.
Entonces, ya le empezamos a enseñar:
- ¿Cómo lo expresarías?
Entonces el chiquillo se va y se inventa un motivo. (Torontontón, por ejemplo) Entonces el profesor, igual que en un ensayo, le dice:
- De acuerdo. Ahora elabore eso un poquito más
Piense en una introducción, o bien tome esa misma melodía y la repite una octava mayor
Y ya con esa normativa duplica el largo a la canción.
Y así le van enseñando a componer. Cuando el alumnado llegan a los 11 o 12 años de edad, han pasado por el proceso de crear su propia obra varias veces. Y hay alumnos que, realmente, tienen una creatividad importante en el proceso y empiezan a sacar sus propias obras.
Ahí es donde nace el programa Junior Original Concert (JOC). Es un proceso internacional de Yamaha donde, en todas las Academias del mundo de Yamaha, empiezan a buscar esos chiquitos que tienen ese gusto y han pasado por el proceso y a los que les gusta componer. Y los invitan a participar en estos conciertos. Al principio, es dentro de la clase. Nada más, con sus compañeros. Para que no les dé miedo, no se asusten, no se sientan intimidados. Y ya les ayudan a hacer una piecita y después se la presentan, dentro de la clase, a los papás. Y después hay un concierto a nivel de Escuela; donde ya lo hacen fuera del aula, pero en el saloncito de la Escuela. Y después ya es el nacional.
Luego, escogen, de todos los estudiantes, las trece, catorce mejores composiciones y las presentan, por ejemplo, en el Eugene O´Neill o en algún otro escenario.
En todo este proceso, las obras que los alumnos van haciendo no son hechas por los profesores, pero, como una redacción en la escuela, son asesorados por los profesores.
Así entonces el alumno va entendiendo cómo se escribe una obra. Y estas obras se mandan a Japón. Los japoneses de Yamaha, allá en la Fundación de Yamaha, las revisan y mandan sus comentarios y sus sugerencias profesionales. Y los profesores, entonces, junto con los docentes en Japón, las analizan y se las presentan al alumno. Es un proceso altamente profesional y muy completo de formación de nuevos compositores desde la niñez.
La casa de La Paulina