Las buenas amistades son aquellas en que las personas confían en sí mismas al compartir vivencias, pasatiempos y actividades con alguna otra persona, o varias, porque son apoyo para toma de decisiones así como para compartir éxitos y alegrías. Un decir popular asegura que una buena amistad es nuestro mejor tesoro.

La amistad que suelen profesarse las personas, tienen arraigo en las diferentes etapas de la vida con múltiples grados de importancia y trascendencia y, se manifiesta como la relación interpersonal más común en la vida de quien goce de este afecto en mutua compañía.


Los tres mosqueteros: Dartagnan, Atos, Portos y Aramis del escritor Alexandre Dumas orientada en sentimientos de amistad.

Es común oir que el perro es el mejor amigo del hombre y pueda que esa relación en sus inicios, fuera porque estos animales buscaban sobrantes de comida en sitios en que humanos primitivos hubieran acampado y, la cercanía poco a poco, se fue dando porque el perro llegó a servir de buen guardián, con sus ladridos de alerta, ante acosadores fortuitos que merodiaran los albergues temporales propios de los humanos primitivos cuando, en su diario vivir, eran recolectores y andariegos dedicados a la cacería para su alimentación cotidiana.


Cide Hamete que pocas veces vio a Sancho Panza sin ver al rucio, ni al rucio sin ver a Sancho: tal era la amistad y buena fe que entre los dos se guardaban. Miguel de Cervantes Saavedra, El Quijote de la Mancha.

La verdadera amistad es aquella que, además de la afectividad y empatía, haya entre las personas un respeto que coexista como amparo de confianza en el trajín de la vida mediante el diálogo; se influyen mutualmente. Es algo similar como se afirma que Don Quijote se "sanchifica y Sancho se quijotiza".

Y claro que la amistad existe desde que existen los seres humanos, así, en tiempos de griegos y romanos, la amistad era representada como divinidad alegórica mediante una hermosa joven vestida de manera sencilla con atuendo blanco y pies desnudos, con dos corazones en su mano y coronaba su frente con flores de granado junto a una vid cargada de uvas.

Aristóteles afirma "querer por alguien lo que uno piensa que es bueno, por su bien y no por el propio, y estar inclinado, en la medida de lo posible, a hacer tales cosas por esa persona... La amistad es como estar en forma porque la amistad se mantiene haciendo cosas juntos". En nuestra era espacial, las amistades proveen beneficios acordes a la obtención de placeres mutuos entre personas que reconocen la virtuosidad propia de la amistad perfecta, porque el provecho está dado y continua aportando cada día más y más provecho.


Miniatura del Siglo 15, versa sobre los tres tipos de amistad según Aristóteles en su Ética nicomáquea.

Aún sin actividades en común, pueda que la amistad perdure pero, si tal situación se prolonga demasiado, la amistad desvanece. Bien podemos ver que la disolución amistosa puede ser la resultante de esos cambios que afloran a lo largo del tiempo, por lo que las viejas amistades se recuerdan en la distancia física y perduran emocionalmente. Si en el vaivén de la vida alguna vieja amistad se hace presente en algún recodo de nuestro camino, sendas miradas profundas recordarán quienes fuimos en aquellos lugares por donde anduvimos. En redes sociales nos reencontramos nuevamente.



Escuela de Atenas; Rafael.

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