Via interactiva ©Eric Díazserrano
En la igualdad, por ejemplo, si dos personas tratan de subir a una tapia a partir de sendos banquillos iguales, a la persona más pequeña le será más difícil, o del todo no podrá ver, lo que haya más allá de la tapia. La equidad refiere a esa cualidad de dar a cada quien lo que merece según sus méritos o condiciones; lo contrario, sea la inequidad, es un término utilizado sobre todo especialmente para latinoamérica, que refiere a situaciones de desigualdad que genera injusticia. Curiosamente, en este siglo se relaciona la inequidad económica en algunas regiones de varios países con la cantidad, mayor o menor, de besos que se dan sus habitantes en la boca. Si bien los humanos somos la única especie animal que se besa (aunque sucede algunas veces de manera un tanto ligera y casual en los bonobos) los besos románticos son costumbre en muchas culturas pero no es universal. Los besos permiten evaluar a la pareja y su entorno saludable y, por tal, refleja amenidad porque los besos aumentan la monogamia y favorece en términos de tiempo, la fidelidad y el cuidado parental que elimina manifestaciones hostiles, similar a las relaciones que en los bonobos proporcionan las hembras. La salud y su mantenimiento en la alimentación es nuestra mayor riqueza, a tal punto, que es manifiesta como derecho universal por lo que, los besos, cobran aún mayor valor en las relaciones ya establecidas que durante la etapa del cortejo. Es destacable el hecho de que las personas abrazan más a su pareja tanto en las regiones más pobres como en las más saludables. No obstante lo expuesto, vemos también que las personas que habitan en regiones que tienen alta desigualdad económica se besan en la boca con mayor frecuencia que aquellas que habitan en lugares con poca desigualdad. Así, en aquellos lugares donde la competencia por encontrar recursos económicos afines es más intensa, sea, con mayor pobreza relativa o absoluta, los besos en la boca favorecen el mantenimiento de lazos de pareja estables a largo plazo porque convienen en alivianar ciertos entornos hostiles. Colateralemente se ha venido observando que son las mujeres quienes poseen mejor orientación para los buenos besos, pues favorecen para mejores contactos excitantes, porque aúnan con su aliento lo más agradable de los buenos besos, lo que conlleva a la vez, mayor satisfacción en la frecuencia de las relaciones sexuales satisfactorias. En mucho ha influido la tendencia naturista (aquí continúa... )
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