Porque así somos:
En tu cariño me sanas de cualquier tristeza oculta y dispersas mis brumas confusas por enojo; porque sonrío contigo todos los días del mundo y cada vez amo más tu sonreír conmigo; alientas mi juicio emprendedor y ante mi impaciencia sopesas mis dudas; porque me escuchas y cuando aprendo, apruebas cuanto te muestro en mi aprendido… y si te digo o notas que me siento en soledad, me abrazas, juntos en la continuidad de ti y de mi de frente al todo; sendos apoyos aunados en la seguridad de ambos; así en la niñez o ya adultos en un juego recíproco… porque así somos… y no somos en ninguna otra manera. Entrañas. Desde el vientre materno inicié el aprendizaje de mi lengua materna; oyendo sus susurros, alegrías y todos aquellos sentimientos de que formaba parte, en aquella gravidez adherida en mi, y en ella, gestada en mi desde mucho antes de lo que fuera mi diminúscula mórula que, enraizada en ella, daría a la luz mi herencia como bios programado y que continuaría aún más allá de mi primer soplo de aliento para convertirme en persona; con lengua propia, para comunicarme con mis semejantes utilizando la misma lengua ofrendada por mi madre. Sus vocales se anidaron en mi como las más fuertes unidades de comprensión auditiva en aquellos meses que acuñaron en mi, inmensos capitales simbólicos, impregnados como activos antropológicos semióticos pro visión de futuro, construyendo en mi realidades absolutas de valor real, trascendental, para el disfrute en toda mi vida presente, realizada y aún por realizar. Mi lengua nativa en gestación, me llevó a paraísos poblados de fonemas, al tiempo que mi madre leía en voz alta libros y artículos en otros idiomas, a la vez que escuchaba canciones, tanto propias de mi lengua materna como de otras manifestaciones folclóricas de otros pueblos del planeta. Hoy sé que fue algo así como si chupara o libara de manera intrínseca, de las más profundas vivencias de un entorno que no recuerdo porque aún no había nacido; más, están en mi, en mi entorno vernáculo que conlleva el entendimiento de formas de ser y pensar de mis congéneres que son, y han sido, en este mundo y en mi propio mundo, para alcanzar metas más allá de mi propio tiempo, desde ahora mismo. Doy gracias a mi madre por esta magia real y verdadera que resguarda y da vida a mi comunicación... de manera activa, vivaz y placentera, concretamente hacia mi nuevo ser, al que daré vida, ahora que recientemente me he enterado que, me encuentro, felizmente embarazada !
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