De la poesía de Hannia Hoffmann
Juego Canto: Aurora XXI ¡ Mira que ha llegado el alba ! Vive esta aurora. Descansa. La noche está lejos. Mira: la mañana será larga. ¡ Ven ¡ Las horas de este siglo están quietas en la estancia. Ordenaditas... esperan. Mis largos y finos dedos ya sabrán acariciarlas. Cuando el momento les llegue, disfrutaré el habitarlas. Mira las horas. Sí, míralas. Mira las horas. Y siéntelas. Son transparentes, son tibias. Son luminosas y suaves las horas de esta nueva alba. Ya mis manos están prestas: saben cómo transformarlas. Las tejerán suavemente... Esas transparentes horas que me esperan y te aguardan, con firmes, sutiles pasos mis pies han de caminarlas... Las llenaré de sonrisas. Las colmarás de caricias. Los minutos serán besos . Los segundos, alegrías. Contémplalas en silencio desde tu sitio, en la aurora. Intúyelas en secreto. Entre tus ágiles dedos acaricia prontamente sus tiernos hilos primeros. Para que, dóciles, vengan; para que tejas con ellos, -esos hilos que son horas, horas vida y horas tiempo- para que los dos tejamos, juntitos, nuestros anhelos: mullidos y bellos sueños. Caros, concretos proyectos. La mañana será larga y la vida está sonriendo. ¡ No apresuremos el paso ¡ ¡ Dancemos dentro del tiempo ¡ La tibieza de la aurora calentará nuestros cuerpos. Alegrémonos, entonces... Pues es ancho el horizonte y son gratos los recuerdos. Muy claro y tibio es el día que nos espera... |