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Titlania nació como bella bebé mujer con su mente normal infantil y por tanto primitiva. A pocos días ya pronunciaba algunas pocas palabras de su lengua materna, propia de su familia allá en el este de la frontera sur de mesoamérica. En sus inicios, empezó a caminar alegre y sonriente venciendo dificultades propias del trajín que aúna procesos mentales donde la comprensión, la razón o el pensamiento, son básicos; fueron vivencias en condiciones externas e internas donde fue experimentando su estado de conciencia como en trance relacionado con su iluminación espiritual; atenta y enfocada en pensamiento, sentimientos, imágenes, sensaciones, de comportamiento tranquilo con disposición a la sugestión, mentalidad atingente.
Conforme avanzó en el tiempo su "hoy" devino en una constante; vivía despierta en su "hoy", dormía y se despertaba siempre en "hoy mismo" donde obtuvo un feliz evolutivo desarrollo al descubrir el mundo a su alrededor y, a ultranza en su recorrido hacia el conocimiento y autodescubrimiento, fue viviendo placeres a la vez que se enfrentó con las reglas impuestas por la sociedad y sus juicios morales. Noche a noche, día a día, el ayer volvía a su hoy reconfortado con mayor validez al inicio, en su constante hoy mismo, en recorrer hacia el conocimiento y autodescubrimiento desde sus primeros pasos en su mundo, todo siempre fue, será y es nuevo, diferente e impactante con mejores bríos al deslizarse en pos de sus descubrimientos.
Poco a poco, ella se fue adecuando a sus entornos y, previendo lo que sería o podría ser su posterior madurez, fue absorbiendo su desarrollo intelectual y convino, por sí misma, consigo misma, convertirse como si estuviera inmersa en su propio movimiento artístico y sociocultural aún más allá de sus aportes literarios y, así, llegó a desenvolverse en una ambientación retrofuturista donde la inteligencia tecnológica es predominante de manera testimonial en su crónica docente corporativa.
Lo trascendental en su vivencia de producción es que no se afinca en perspectivas específicas sino que se acompaña, en sus múltiples creaciones, mediante su estética que suma al deleite de verse evolucionar de ese ser tan primitivo e impulsivo a la eventualidad racional e intelectual creando e interpretando, a partir de sus escritos, a cientos de personajes diferentes considerando que, ella es siempre la misma persona que discurre y se manifiesta a través de sus personajes.
Y es que, conforme fue conociendo el mundo, su forma de expresión lingüística cambia a veces de unas maneras muy radicales y notorias, pero también otras de una forma muy sutil, donde vislumbra desde lo egocéntrico a lo más vulnerable y donde claramente representa la bondad sin mediatizar en tantos juicios; precisamente donde el juicio analítico del lector es la columna vertebral en sus crónicas, porque debe moldearse y limitar sus impulsos en pos de cumplir con las normas morales que, a su vez, van cambiando de tiempo en tiempo y de lugar en lugar hasta adaptarse a la sociedad donde, ella, eventualmente, parece ceder al juicio de los demás, pero no sin antes cuestionar al entendimiento de sus lectores para hacerles notar que, ella, no es una mujer o una chica tradicional que corresponda a la época, sino que al ser atemporal, expone sus conceptos de manera divertida, altamente docente corporativa.
Ella fue, y sigue siendo, lo que podríamos considerar y decir de una persona altamente civilizada dentro de un contexto que nos presenta como futurista y próximo, con mayores libertades consesuadas y presta a la más profunda honestidad, esa honestidad donde uno es más uno mismo, por lo que en las lecturas de sus escritos discurre sin aleccionar ni subestimar al lector, solo sirve como espejo retrovisor diciéndonos tal cual piensa, lo que siente, lo que desea, como posiblemente algunas muchas otras personas lo pensamos y deseamos, siendo limitados en aquellos tiempos de su vida, al este de la frontera sur de mesoámerica, por lo que la moral contemporánea consideró moralmente correcto o incorrecto.
En aquellos escritos realizados en sus años de juventud y desarrollo como persona adulta, en muchas ocaciones se valió del sexo como eje central en algunas de sus narrativas, definiendo compartir el sexo como un acto de simple y mera satisfacción, sin ahondar en la necesidad de otorgarle un sentimiento amoroso o de compromiso alguno, por lo que, según dijo y afirmó la mayoría del público, "ahonda en esos impulsos humanos que con más frecuencia atosigan a las personas; sin tabúes, resalta para que pensemos si realmente hacemos las cosas por nosotros mismos o, simplemente, somos criaturas de un sistema dictatorial antañón que ya vemos hundirse en sus propias arenas movedizas.
De pronto nosotros, los lectores de Titlania, como nos sucede a todos hoy casi mil años después de su nacimiento en aquel siglo 21, los distintivos y galopantes acordes rítmicos inmersos en el el recorrido visual de sus escritos, invaden nuestros cuerpos, nuestra estancia, de manera totalmente involuntaria, al punto de darnos cuenta que nos descubrimos marcando el ritmo con los pies o con nuestros dedos, en fin, a veces en todo nuestro cuerpo o redunda en nuestras cabezas en un marque y remarque de un compas sui generis que, algunas veces incluso, nos balanceamos rítmicamente en la silla, el el sofá o en nuestra cama cuando leemos sus trabajos literarios cómodamente acostados.
Instintivo es buen término para definir esa experiencia que nos promueve a este movimiento irrefrenable e innato que desencadena en nuestra mente esas lecturas con que Titlania nos incita a ponernos en movimiento. Y es que las artes en Titlania nos mejoran en pos de nuestros propios éxitos tanto en el trajín cotidiano como al encontrar o tener convivios con nuestra pareja sexual pues incrementan nuestras experiencias afectivas en cohesión con nuestra comunicación social.
Porque el trabajo literario de Titlania promueve procesos imaginativos en la comunicación interpersonal; vale decir que añade contenido al uso particular de nuestra forma de comunicarnos cuando la orientamos a la expresión de sexualidad y construcción de intimidad entre las personas, de manera similar, como sucedió con los ritmos musicales en los primeros grandes grupos sociales presente en nuestro hoy mismo en cada noche y día que nos hace, con su sentido evolutivo, entrever nuestra conducta ancestral; esa misma
conducta innata o natural que Titlania nos facilita como recurso de apoyo, como si fuera ayuda, para comunicarnos mejor con nuestros semejantes al favorecernos anímicamente de manera intelectual y totalmente acorde a nuestra condición física al punto de sentirnos mejor al expresar nuestra sexualidad.
Hace pocas horas estuve con Titlania dentro de la escenografía de su nueva versión y adaptación escénica de su famoso escrito "El Soldado Quiquirigayo". Genial porque en todo momento las situaciones risiblemente contagiosa en esta producción que se realiza en el seno de un bosque tropical cuyos árboles nos rodean y sirven de tramoya. Por iridiscencia, los personajes ficticios y sus entornos, se reflejan en superficies de la selva boscosa donde el tono de la luz varía de acuerdo al ángulo del que se observa la superficie. Cómodamente sentadps todo gira y se detiene en intervalos a nuestro alrededor donde las reflexiones modulan la luz por la amplificación o atenuación de las diferentes longitudes de onda proyectadas en triple dimensión. Aquí un detalle a manera de prólogo para sintonizar o bien, asistir personalmente:
El soldado Quiquirigayo
Mi Coronel, ya que lo encuentro despierto le informo sobre el soldado Quiquirigayo
-¿El soldado Quiquirigayo? Ah sí, hace un par de dias le dije que al enemigo había que matarlo
-Pero el soldado Quiquirigayo entendió que al enemigo había que meterlo y le abrió las puertas del cuartel
- ¿Que-qué?
- Pero eso ya no es problema porque el enemigo ya no está en el cuartel
- ¿y porqué no se me informó al respecto?
- porque usted estaba durmiendo y nos pareció inoportuno despertarlo mi Coronel
- Y dices que el enemigo ya no está en el cuartel
- No mi Coronel, el enemigo ya no está en el cuartel pero se llevó toda la comida
- ¿Que-qué? Personalmente voy a matar al soldado Quiquirigayo
- No mi Coronel, el soldado Quiquirigayo ya no está en el cuartel, se fue con el enemigo
- sea, es un traidor
- No mi Coronel, el soldado Quiquirigayo no es un traidor. Resulta que el soldado Quiquirigayo se fue tras la comida e iba dando instrucciones
al enemigo de cómo preservarla y hacerla aún más útil a los comensales
- ¿Y entondes ¿porqué el soldado Quiquirigayo no es un traidor?
- porque después de dar instrucciones a los cocineros en sólo 24 horas todos los soldados de las tropas del enemigo sufrieron diarrea y el soldado Quiquirigayo los empezó a desarmar y con la ayuda de todos los soldados de nuestro cuartel los hicieron prisioneros
- Entonces, ¿el soldado Quiquirigayo es un héroe?
- Sí mi Coronel, el soldado Quiquirigayo es un héroe y viene para el cuartel seguido de una multitud de periodistas universales
- ¿que-qué? ¿que el soldado Quiquirigayo es un héroe y viene para acá seguido de una multitud de periodistas de todos los mundos?
- Pero aún hay más sobre el soldado Quiquirigayo mi Coronel
- ¿aún hay más?
-Sí mi exCoronel. El Estado Mayor le ha nombrado Coronel en el puesto que usted ocupa y, decidió transferir a usted a otro puesto menos relevante, por lo que, mi exCoronel, le sugiero acostarse nuevamente y dormir para anviarle
a su nuevo puesto de trabajo
- Bien... veo que todo está en orden, así que, de inmediato me lanzo a dormir, esto es lo mejor que puede sucederme. Adelante... Firme... Acción...
jrrrrrrrrr brrrrrrr fiuuuuuuuuu grrrrrrr (roncando con silvidos) jrrrrrrrrr fiuuuuuuuuu
Bueno, como dije anteriormente esto es sólo una pequeña muestra a manera de prólogo porque la continuidad de esta producción en este entorno paradisíaco nos muestra al ahora, Coronel Quiquirigayo, que depone también al Estado Mayor
diciendo que sin enemigo no hay guerra y queda abolido el ejército por lo que, capturado el enemigo, convierte el cuartel en un centro para actividades
artísticas. Así también el Coronel Quiquirigayo convierte el Campo Marte
en un estadio de futbol y conforma el primer equipo de futbol con el nombre de "Quiquirigayos Feet Ball" y, acto seguido, el Coronel Quiquirigayo se autonombra General Quiquirigayo sin límite de suma y convierte en socios
a todos sus exsoldados y también acepta exsoldados que fueron enemigos para organizar el segundo equipo de futbol con el nombre de "Amiguísimos Feet Ball". Y así continua el General Quiquirigayo formando otros aquipos de futbol
con hijas e hijos de todos los exsoldados y el General Quiquirigayo inaugura su programa como comentarista deportivo y político pues, Quiquirigayo ya no le decimos General y, de manera muy respetuosa, en consulta popular ha decidido lanzarse como candidato a la "Non Plus Ultra" mientras también da a conocer su libro sobre "Vida y obra de Quiquirigayo el muy simplón".
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