Cuando las empresas se desempeñan en mercados cambiantes, realizan su planeación estratégica con objetivos claros de recursos y oportunidades desde su perspectiva del mercado; sea, la necesidad de los consumidores a los que satisface o va a satisfacer y, tener presente (muy en primer plano) la historia de la empresa con sus objetivos, políticas, logros, los intereses comerciales de los propietarios y los campos de negocios en que los recursos existentes permiten incursionar. Esto en favor a lo que le compete de manera distintiva, que significa que la empresa no participa en negocios totalmente ajenos a los objetivos para los que fue creada. En la misión de una empresa las utilidades no son el objetivo fundamental, sino más bien una recompensa que la empresa recibe por realizar bien sus funciones básicas. Incluso, el hecho de que en la misión de la empresa se enfatice el interés por ser útil al consumidor, por resolverle un problema, es factor de motivación laboral para los trabajadores de esa empresa y esto contribuye a mejorar su rendimiento. El libro Comunicación Comercial en su capítulo del arte de vender dice que "a fin de cuentas vender no es más que solucionar problemas a las personas". Continúe esta lectura aquí... |