Siempre que uno pregunta no se puede ser tan ingenuo como para que solamente le respondan con un sí o un no. Anime a la otra persona a explorar sus ideas. Anime sus preguntas indagando ¿quién, qué, cuándo, dónde, cómo y porqué ? Si desea información genuina haga que sus preguntas sean abiertas, de manera que el interlocutor opine lo que piensa; bueno o malo: -¿Qué piensa usted de ésto (o lo otro)? Así usted estará preparado para lo que venga. Quien pregunta bien, lo hace sin revelar el objetivo de su pregunta; así el interlocutor hablará o responderá con mayor libertad. Continúe esta lectura aquí... |