Detalle del capítulo IV del libro Tipilambi de Eric Díazserrano Dime -preguntó Printemps a Millennia y Scámpolo- ¿ Qué significa maes ? Majo es el masculino de maja. Piensa en todo cuanto significa y existe en el entorno de una maja. Piensa en su acompañante que no por majo puede resultar maje -claro aseveró Printemps- y en el vaivén del idioma acuñó mae. Ajá -acotó Scámpolo recordando que esa explicación se la acababa de dar el capitán del barco que, a su vez, también le habia dicho ser oriundo de Alajuela- lugar famoso por sus apodos a las personas. Piensa también en el "choteo" -continuó Scámpolo- que significa dar color -derivado del achiote, colorante para tenir de rojo la ropa usado antiguamente por indígenas también para dar color a las comidas. -Dar color, colorear o chotiar significa en este caso que, o es digno acompañante de la maja o simplemente se trata de un tonto cortejante. Exprofesa ambigüedad. Entiendo -asintió Printemps- Y como ninguna persona suele llamarse tonto a sí mismo, no existe importancia alguna de que alguno piense que lo soy, pues yo sé que no soy. Y como en verdad importa, concluyó Scámpolo, por cuanto yo sé quién soy, no me puede afectar el choteo, sea, no se me puede dar color de tonto, sino que lo tomo desde el punto de vista de persona acompañante de otra igual. Si tuviera que aceptar la acepción de maje como tonto, la vería como una broma infantil, pues a fin de cuentas, en la vida habremos sido, o en algún momento habremos caído de majes (ma'es)... - ¿ Me entiende mae? -dijo Scámpolo- -Claro mae. - Por supuesto mae asintieron Millennia y Printemps. Scámpolo tenía ahora una amplia sonrisa y terminó soltando su risa al percatarse sentado en su butaca de multimedia, frente al escenario de la carpa del teatro. Entonces se dio cuenta de la posibilidad de que en ningún momento se hubiese movido de ahí. Más que todo, su reír manifestaba aceptación de cuanto ocurría; y tan abstraído estaba en su situación, en aquel medio que le envolvía, que no puso reparo alguno al notar, que en su butaca contigua sentado junto a él, estaba un boyero. -Sí, uno de esos que tiene y conduce carreta con bueyes- el cual, con simpleza de buen conversador le habló de esta manera (continúe aquí esta lectura): |