Detalle del libro Evasiva Verdad de Eric Díazserrano. Además de la deducción y de la intuición racional, a mí se me ocurrió la contraposición (Tomás de Aquino) por medio del ANALISIS, de opiniones divergentes. Yo puse en columnas separadas las opiniones de los filósofos de la antigüedad (pros y contras) y las puse frente a frente. Criticando unas contra otras, extraje de ellas lo que consideré que podía haber de verdadero y también lo que podría haber de falso. Eran como dos ejércitos en batalla, dos ejércitos en batalla en una reviviscencia de la dialéctica platónica y del resultado de esa comparación de opiniones diversas. Complementando con el ejercicio de la deducción y de la prueba, dió lugar a conclusiones un tanto más firmes en mi pensamiento filosófico. En la simple alegoría de Adán y Eva comiendo del fruto del árbol de la ciencia en que sus ojos se abrieron y se convirtieron en dioses conocedores del bien y el mal, descansa génesis y sustancia del saber, su espíritu de investigación y su desesperación ante la duda. El breve paraíso que es la Tierra en la historia del hombre tiene como antecedente su larga vida como organismo biológico, comiendo, procreando y muriendo a través de miles de generaciones. Durante esos milenios vivió bajo el temor reverente que le inducía la naturaleza y el cosmos. El temor le llevó a paisajes poblados de demonios, brujas, extraños espíritus. Su miedo se trasmutó en magia, tabúes rituales y tribales; con lo que conducta, pensamiento, actitudes y conceptos eran regidos por una fe mística y saber mágico que le hizo prisionero de su miedo e ignorancia. Pero... Cuando el pensamiento especulativo del hombre comenzó a buscar explicaciones naturales para los acontecimientos que previamente se atribuían a causas sobrenaturales, de esos tantos "tanteos" por explicar el Universo, nació la Filosofía. La búsqueda de la evasiva verdad en el despertar de la mente humana tuvo como primer escenario la Colonia Jónica de Mileto. El centro más próspero de la Hélade, cuyos mercaderes milesios se libraban parcialmente de sus tradiciones alejándose de sus hogares y dioses por largas temporadas. Hombres de un centenar de países intercambiaban opiniones en donde las supersticiones tendían a anularse unas a otras. La religión griega, a diferencia de la egipcia, consistía más en mitos que en dogmas rígidos. Los dioses griegos, desde Afrodita hasta Zeus, eran inmensamente humanos, joviales, golosos y entrometidos en asuntos terrenales, pero no dominaban ni degradaban a los hombres, que arriesgados e individualistas aspiraban al afán de gloria, belleza y razón. El más antiguo filósofo del que tuve noticia un poco exacta, se llamaba THALES, y era de Mileto. Este hombre buscó entre las cosas cuál sería el principio de todas las demás (el principio del ser en sí, de lo cual todos los demás son meros derivados). BR> Continúe esta lectura aquí... |