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Se dice que la persona, luego de explorar su medio ambiente, ahonda hacia la investigación de los universos simbólicos para facilitarse formas eficientes de comunicación comercial e interpersonal. Para facilitar esa necesaria comunicación intercultural, cada cultura particular debe ser observada desde su propia perspectiva. Eso es a lo que algunos llaman relatividad cultural o mejor aún, relatividad intercultural, pues esta perspectiva nos permite comprender los patrones culturales desde el punto de vista de quienes los practican; así, no los juzgamos buenos o malos, sólo tratamos de tener el punto de vista de otros para facilitar procesos comunicativos. De socioculturas La predisposición de ánimo para ser objetivos ante la diversidad cultural es fundamental para iniciarnos en un proceso de conocimiento acerca de nuestras costumbres y las de individuos de otras culturas. Recordemos que cada cultura tiene su forma de relacionarse según el entorno ecológico en donde habita; sea, si el individuo vive en la bajura o si es persona de montaña, si tiene horizonte diario como el costeño o el habitante del llano; o si se trata del individuo que habita en la urbe de altos edificios. Así entonces, nos damos cuenta de que hablamos de socio-culturas, pues involucra cotidianeidad de sus prácticas sociales creadas para un entorno específico. A veces, creencias y prácticas que a los ojos de una cultura lucen como irracionales, permiten aprovechar sabiamente los recursos que el ecosistema proporciona, de acuerdo con la capacidad tecnológica de una sociedad dada. Esta información se hereda en calidad de valores culturales que son enseñados, transmitidos e interiorizados en las relaciones interpersonales y familiares. Obviamente, ese traspaso de información de una a otra generación de miembros de una misma cultura, es lo que garantiza la supervivencia de grupo en cada socio-cultura. Escriba a lectorias@lectorias.net e infórmese sobre el proceso enseñanza-aprendizaje (transmisión de formas preconizadas de pensar) que a veces hacen dudar a la persona ante aquellos hábitos adquiridos desde la infancia. Surgen conductas que parecen "naturales" al punto de que el individuo llega a pensar que naturalmente es así -o asá- y que no puede, aunque bien podría, ser de otra manera. Continúe esta lectura aquí... |
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