El enlace de Primavera nos lleva a la danza, tema que artistas, pintores, poetas o escultores han llevado a sus obras. Ya en los espectáculos de la Magna Grecia la danza estaba unida al drama, al canto, a la poesía: los bailarines se movían al ritmo del verso. Algunos creían en el poder mágico de la danza. ¡ Claro, tiene la potestad de transportarnos a la ilusión, a la fábula...! Primavera, del libro Ensueño de Hannia Hoffmann. El juego: un estado que nos hace plenos. Pues nos ocupamos en alma y en cuerpo de las situaciones, en tanto jugamos. Es juego la danza... La música es juego... Y entre las antorchas, el mar y la luna, todos nos unimos a aquel bello juego. Los cuerpos perfectos de los bailarines. Vida movimiento, trópico en el ritmo. La voz del cantante, sus manos, sus gestos se vuelven un todo con los instrumentos que lanzan las notas que arrancan los músicos con todas sus ganas, sus mentes, sus cuerpos... Sus cuerpos que bailan, sus manos, sus gestos. Comunión perfecta de espacio, de cielo, de notas, de canto, de danza. Silencio. Continúe esta lectura aquí... |